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Continué la cuesta rosa hasta su demoledor final y al llegar a éste me encontré con un cruce de caminos, a la derecha una pista en mal estado descendía bruscamente, de frente se abría un camino de tierra y a la izquierda me topé con esta pista forestal (el viejo asfalto se adivina entre la mucha vegetación que lo puebla) que decidí recorrer durante unos 300 metros. La dirección que llevaba me hizo pensar que seguramente enlazará con la carretera principal cerca de la cima de ésta o en la misma, pero esto no pude corroborarlo al toparme en un pequeño descampado con lo que parecían unos paneles de abeja que hicieron que la cobardía se apoderase de mí, eso y el saber que mi coche estaba 3 km más abajo y mi móvil con la cobertura en Honolulú. Decir que tras coronar la cuesta rosa las rampas de esta pista forestal tampoco son mancas, rondarían el 8/9%.
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