Datos obtenidos y facilitados por Ángel Morales |
Localización: En la conocida ciudad suiza de Interlaken, “entre lagos”, el Thunder see y el Brienzar see. Seguid después las indicaciones hacia Grindelwald: no hay pérdida. |
Especificaciones: En su parte inicial el tráfico puede ser molesto pero la carretera es suficientemente ancha, con señalización en los laterales La cosa cambia en la segunda parte de la subida, en la que el tránsito es prácticamente inexistente, si exceptuamos los autocares que transportan a los turistas, y una carretera bastante estrecha, de unos 2 m. Las sombras son escasas, salvo algún corto tramo de arbolado al principio: el resto y sobre todo el final es al descubierto. |
Fuentes: En el mismo Grindelwald se puede coger agua en una de sus múltiples fuentes. Y a lo largo de toda la ascensión hay varias fuentes: el agua no va a suponer una dificultad añadida. |
Descripción: Esta es una ascensión larga con casi 22 kilómetros que se puede dividir en dos partes: la primera hasta la población de Grindelwald, en donde el puerto no presenta mayores problemas salvo en un par de kilómetros cuya pendiente es del 7% - 9%; el resto es prácticamente llano. Y una segunda, desde Grindelwald hasta el Collado Grosse Scheidegg, con pendientes muy importantes y sin ninguna zona de descanso. El comienzo es muy suave y se puede mover el plato grande sin problemas. La carretera sigue el curso del río Lutschine adentrándose en el valle para, a los pocos kilómetros, tomar el cruce a la izquierda en la población Zwilutschinen. Cambiamos ahora de valle y poco a poco se empiezan a ver las grandes montañas de la zona, mientras la pendiente sigue igual de suave, pasando por pequeños y bonitos pueblos. No parece que estemos ascendiendo un puerto, aunque encontraremos un pequeño tramo en donde se pasa un resalte del valle y la pendiente ya se pone alrededor del 7% y 9% y con alguna rampa al 12%. Al dejar atrás esta zona el valle vuelve a ensancharse y la carretera llanea de nuevo, lo que nos permite admirar las grandes cumbres del Eiger, Jungfrau, Monch, imponentes montañas de 4.000 metros: un auténtico espectáculo. Con este incomparable marco enseguida se llega a la conocidísima ciudad de Grindelwald, y atravesaremos sus turísticas calles, repletas de tiendas y gente. Saliendo de Grindelwald, tras una pequeña bajada, se llega a una rotonda con varios cruces: la ruta del Grosse está indicada con unos letreros de color rojo –incluso hay una bicicleta de carretera dibujada en ellos–. A partir de este punto vamos a tener que seguir estas señales para no equivocarnos, pues hay bastantes cruces que pueden despistar. La carretera se estrecha bastante y la pendiente también aumenta, haciéndose más solitaria y unas vistas majestuosas sobre las cumbres: parece que se puedan tocar con las manos. En el parking Wetterhorn nos toparemos con los últimos metros llanos de los que disfrutar. En él se encuentra la parada de autobuses y es el momento de optar: si queremos subir al Grosse Scheidegg desde este punto, sólo podemos hacerlo a pie, en bici o en los citados autobuses, previo pago lógicamente. Hay una gran señal que prohibe la circulación a los vehículos, por lo que se puede gozar de toda una ascensión libre de coches; sólo debemos estar atentos a los autobuses que suben y bajan a los turistas del collado y que, al parecer, tienen prioridad de paso sobre nosotros, los ciclistas. Estos últimos kilómetros del puerto son espectaculares, atravesando verdes praderas como si se tratase de una alfombra, y con impresionantes paredes rocosas y glaciares a nuestro lado. La carretera se estrecha aun más y la pendiente de una tremenda dureza –a veces por encima del 10% -, va serpenteando en la montaña con continuas curvas de herradura muy abiertas, hasta un total de 22. A cada kilómetro que pasa dicha pendiente aumenta un poco y el último kilómetro resulta ser el más duro con un porcentaje del 11.2% y rampas del 15%. En la cima nos aguarda un gran hotel-restaurante con terraza, en donde se puede comer, beber y comprar recuerdos, o simplemente parar a descansar un buen rato y disfrutar del momento, porque paisajes como estos no se ven muy a menudo. Aprovechad la ocasión.
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Mapa situación: |
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Vídeo: |
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