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Localización: Ovaro se encuentra en la región italiana del Friuli, al este de los alpes italianos y más allá de las famosas dolomitas. Es una pequeña población de unos 1.000 habitantes y como ciudad importante más cercana está Tolmezzo. La carretera que atraviesa el pueblo es la S-355, y siguiéndola nos conduce, por ejemplo, a las estaciones de esquí de Sappada. |
Especificaciones: A partir de Liariis la carretera es muy estrecha, sin apenas señalización de ningún tipo, raramente alguna vertical, con asfalto que no está en las mejores condiciones, pero se puede catalogar de aceptable. Mención aparte tienen los 3 pequeños túneles que hay en la parte final, parecen que estén hechos para los pitufos, estrechos con apenas 2 m de alto, sin asfaltar, sin iluminar, suerte que son cortos. En resumen: hay que poner todos los sentidos para pasarlos sobre la bicicleta. La sombra es abundante hasta la cota 1.200, y a partir de aquí, poco a poco, el bosque va desapareciendo, dando paso a campos y prados. La parte final se hace totalmente al descubierto. |
Fuentes: En Ovaro hay varias fuentes y en el pueblo de Liariis, antes de comenzar la zona más dura, podemos encontrar otra fuente a pie de carretera, después ya no hay o nos son desconocidas. |
Descripción: El Zoncolan es uno de los puertos más difíciles que nos podemos encontrar, sin duda la ascensión está entre los TOP 10 más duros de Europa. Para afrontar este puerto se necesitan -lógicamente- desarrollos especiales, triple plato, un buen entrenamiento y paciencia, mucha paciencia, no hay que desesperar ni ponerse nervioso si vemos que
nuestro cuentakilómetros no pasa de 8 km/h -o menos- durante un largo periodo de tiempo. En Ovaro mismo se encuentra el cruce en dirección a Liariis y al Monte Zoncolan. Este primer kilómetro ya tiene una pendiente respetable en torno al 9-10%, pero lo podemos considerar como un precalentamiento para el resto de la ascensión. Se pasa Lenzone con fuerte pendiente llegando de inmediato al pueblo de Liariis, en donde se halla el cruce hacia el Zoncolan, aquí nos podemos aprovisionar de agua en una de sus fuentes y disfrutar de los últimos 500 metros llanos.
Nada más salir de Liariis comienza el calvario, son 6 kilómetros dificilísimos con pendiente media del 15%. Al poco de empezar se halla una señal del 13%, nada fuera de lo común podemos pensar, pero lo curioso y preocupante es que la pendiente raramente va a bajar de este porcentaje en ningún momento de la subida. A partir de aquí los 3 kilómetros siguientes son los más complicados, en donde las rampas más duras que llegan al 18% son abundantes, incluso en ocasiones al 20% y sin ni un metro en donde poder respirar un poco. Hacia la mitad del puerto la vegetación va desapareciendo y se aprecia como en pocos kilómetros se ha ganado una gran altura; la pendiente sigue siendo muy importante, aunque no tan severa como los kilómetros anteriores, incluso hay pequeños tramos en donde la pendiente baja al 11%, ¡todo un descanso!. A falta de 2 kilómetros para la cima la pendiente se normaliza brevemente al 7% y con tramos llanos, justo antes de afrontar los 3 pequeños túneles. En el interior de éstos hay que superar otra dificultad añadida: el paso por ellos. Cuentan con un piso de tierra, a menudo un poco embarrado y húmedo, a lo que hay que añadir su estrechez. Por suerte la pendiente aquí es inapreciable y con un poco de atención se pasan sin problemas. Pasada la pequeña aventura de los túneles sólo quedan 500 metros hasta coronar el puerto, con alguna punta al 14%, pero una vez hecho lo anterior, ni se nota. La recompensa recibida en la cima es la satisfacción de haber ascendido uno de los puertos más duros de Europa, con un coeficiente superior a 550, así como el gran paisaje que podemos ver: al sur la planicie del Veneto, al norte la cordillera alpina.
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Mapa situación: |
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Vídeo: |
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