Localización: En la entrada de Ampuero encontramos una rotonda con unas bonitas esculturas de un toro y un corredor. Es el punto de inicio. |
Especificaciones: Carretera de cierta amplitud con señalización horizontal lateral hasta llegar a Cerbiago. A partir de ahí, carretera estrecha, sin señalización y asfaltada en bastante buen estado. Los últimos 600 metros se inician con un tramo de hormigón rayado al que sigue una zona recientemente asfaltada, aunque con gravilla por encima. Algunos tramos con sombra y tráfico inexistente. |
Fuentes: Solo una que no se ve desde la ruta, escondida en el lado derecho de la iglesia de Cerbiago. |
Descripción: Ampuero, bella localidad a orillas del Asón, es bien conocida por su afición a las fiestas de toros y más en concreto a los encierros taurinos que en ella tienen lugar. De ahí el monumento dedicado a ellos que encontramos en la rotonda donde se inicia la ascensión. En ese punto dejamos la carretera que discurre por el valle y giramos 90º a la izquierda para dirigirnos hacia el barrio de Cerbiago (está señalizado). Tras pasar bajo la variante de Ampuero giramos a la derecha y comienza la ascensión propiamente dicha, ya que en los primeros 400 metros no llegamos al 5% de pendiente media. Se trata de una ascensión seria, de esas típicas sorpresas que se esconden por toda Cantabria, junto a las cuales hemos solido pasar innumerables veces sin percatarnos de su existencia. Viendo su coeficiente, encontramos que supera al de puertos tan conocidos como Estacas de Trueba o Los Tornos e incluso se acerca al de Peña Cabarga. De modo que quien la tome a la ligera, a buen seguro se llevará una sorpresa ya que todos los kilómetros, excepto el primero, superan el 10% de pendiente media, sin apenas descansos. Volviendo a donde lo habíamos dejado, decir que hasta llegar a Cerbiago, tenemos un tramo exigente por encima del 8% de pendiente media pero sin superar el 12% en ningún punto. En este barrio, al llegar a su iglesia, giramos a la izquierda y se acaban las tonterías. No vamos a bajar del 10% hasta el final, salvo en tres o cuatro lugares muy puntuales que difícilmente podemos considerar como descansos. El único significativo, de unos cien metros, está poco antes de Santisteban, pero para compensar, le sigue una rampa de trescientos metros con una pendiente media por encima del 14%. Hemos ascendido serpenteando por la ladera, trazando unas cuantas herradura y curvas de vaguada, lo que hace que vayamos cambiando de panorama continuamente. Cuando finaliza el asfalto nos encontramos con un cruce triple. Nosotros seguimos recto, por el ramal del centro. Al poco nos encontramos con una herradura con firme de hormigón rayado que asusta al acometerla. Por suerte es ancha y se puede tomar por el exterior. Al poco vuelve el asfalto, nuevo y con grava, con una pendiente más llevadera, aunque supera el 10%. Una corta rampa que de nuevo supera el 20% y estamos en la cima. Ésta la henos situado antes de la cima real que se encuentra 650 metros más adelante, donde acaba el asfalto, ya que ese tramo es un falso llano en el que apenas se ganan cinco o seis metros. Pero merece la pena llegar hasta el final para disfrutar de las vistas, ya que en 2015 talaron el bosque y éstas son magníficas en todas direcciones. Nota: en 2021 constatamos que han vuelto a hacer una plantación de horribles eucaliptos con lo que es posible que estas vistas queden un tanto limitadas. |
Mapa situación: |
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