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Localización: Yendo dirección Donostia, por la N-634, a la entrada en Orio, doscientos metros antes de llegar al puente que cruza al otro lado del Oria, tomamos a la derecha la GI-3161 hacia Ubegun, pasando junto al polígono industrial del mismo nombre. Al final del mismo, pasamos bajo un viaducto del ferrocarril y un km después, encontramos un cruce a la derecha, con varios indicadores pequeños, entre los que está el de Amasportu, que es el barrio que tenemos ahí mismo, lugar de inicio de la ascensión.

Especificaciones: El primer km y medio nos presenta una carretera muy estrecha, aunque asfaltada y en buen estado. Tras el muro al veintitantos por ciento, la carretera aumenta su anchura a cuatro metros, aunque sigue sin señalización horizontal que no aparece mas que en el tramo final, llegando a Aia. En toda la ascensión, el asfalto se encuentra en buen estado. Sombras casi inexistentes, solo hay alguna en la parte inicial, y solo encontraremos algún vehículo en el medio km final. La ascensión completa se puede seguir en Street View.

Fuentes: Solo hemos visto una, al final del pequeño descenso a la entrada de Aia, a la izquierda.

Descripción: Aia es una bonita localidad guipuzcoana, núcleo principal del municipio del mismo nombre y enclavada en un paraje incomparable. Como nuestros antepasados no eran tontos, habitaron este privilegiado enclave desde tiempos inmemoriales, como lo prueban las pinturas y grabados rupestres de la cueva de Altxerri, ubicada en este municipio. Esta gruta forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 2008. Esta vertiente es más dura que las dos tradicionales que ascienden a Aia, exceptuando por supuesto la variante de su famoso “muro”. Ya desde el inicio en Amasportu, donde tenemos que seguir siempre por la izquierda, las rampas de dos dígitos son continuas, con unos setecientos metros iniciales que presentan una pendiente media por encima del 12%. Encontramos después un respiro, con más de trescientos metros en que no pasamos del 7%, respiro que bien haremos en aprovechar, ya que al final del mismo la pendiente aumenta de forma rápida, hasta darnos de bruces con una tremenda pared. Apenas son ciento veinte metros, pero siempre por encima del 20% y que nos remata con un 25% que nos deja en los caseríos de Arruti. Y aquí se acaba el sufrimiento, ya que aunque aún queda algún tramo de cierta exigencia, en ningún punto llegamos al 10%. esto nos permitirá disfrutar de lo que nos rodea, ya que transitamos por terreno abierto entre prados y caseríos. Poco antes de confluir con la carretera que asciende por Orio y Andatza, la pendiente es muy suave y así se mantiene hasta el final, con incluso un ligero descenso a la entrada de Aia. Y si alguien quiere más caña, en vez de seguir hacia Aia, que descienda hacia la izquierda y poco antes de llegar a Andatza que tome a la derecha el desvío al “muro”, que eso son palabras mayores.

Mapa situación:

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