JAÉN DESPIERNACABALLOS
La Toba
3260 visitas
Altitud: 1579 m Distancia: 11,66 km Desnivel: 632 m Pendiente Media: 5,41 % Coeficiente: 135
VER LEYENDA
COLORES RAMPAS

JA14
Despiernacaballos






Localización: Al noreste de la provincia jienense transitaremos por una pista que une la JF-7038 con la A-317 en lo alto de la sierra de Almorchón.
Especificaciones: Carretera estrecha pero en perfecto estado tras su no muy lejano asfaltado, aunque sin señalización horizontal. Tráfico prácticamente inexistente.
Fuentes: Hay una en La Toba, desviándonos unos metros hasta el pueblo.
Descripción: En Jaén, tierra de olivos y de altas temperaturas, es muy difícil encontrar lugares donde se manifiesten los colores del otoño. Pero aún quedan entornos donde podemos disfrutar con ellos: uno de ellos se encuentra en la siempre sorprendente sierra de Segura. Hoy vamos a acercarnos a la pequeña pedanía de La Toba a las orillas del río que da nombre a todo ese macizo montañoso y a una parte muy importante del Parque Natural que lleva, entre otras, esa denominación.
El topónimo La Toba hace referencia a la piedra caliza porosa que se forma por precipitación química de las aguas sobresaturadas de bicarbonato cálcico dando lugar a maravillosas formaciones calcáreas oquerosas semejantes a falsas "piedras pómez". Su núcleo urbano tiene tres barrios, un majestuoso acantilado bajo sus "casas flotantes". El agua atrapa los sentidos en este bonito pueblo de apenas 40 habitantes, aunque en verano puede llegar a cuadruplicar esa cifra. El frescor y el sonido envolvente del arroyo lo llenan por completo desde el mismo Nacimiento de la Toba, donde el agua mana de una cueva y corre luego hasta despeñarse por una cascada que en tiempos de lluvia configura un paisaje de singular belleza.
Pues bien, amigos, os proponemos partir de este idílico paraje para remontarnos a los casi 1600 m de la sierra de Almorchón por el conocido en la Vuelta a Andalucía como alto de La Toba, pero que todos llaman en la provincia “cuesta de Despiernacaballos”. Y con este nombre que hace referencia a que “corta las piernas a los caballos” más vale no confiarse, ¿verdad? Pero nosotros preferimos dejarnos guiar por las siempre sabias palabras de nuestro amigo Martín Cerván que al hablar de este puerto señala que “ha sido uno de los mayores placeres que hemos experimentado últimamente a lomos de nuestra flaca”.
Pedalearemos por un trazado retorcido, remontando un cortado con un barranco espeluznante que justifica ampliamente el curiosísimo nombre de la pista. El puerto se nos muestra con dos partes claramente diferenciadas, tanto por su entorno y vegetación, como por su exigencia. Los primeros 8 km se mantienen en una pendiente media de casi el 7%, pero con fuertes rampas e incluso un kilómetro completo por encima del 10%. En cambio los casi 4 km finales son prácticamente un falso llano, con alguna rampa de entidad, desapareciendo la abundante vegetación del tramo anterior. Tras el puente inicial sobre el Segura, muy cercano al embalse de Anchuricas, la carretera se apresura a ascender, primero en falso llano y después de forma abrupta hacia el cielo siempre entre los pinos y los poyos rocosos que, como agujas apuntando hacia el cielo, parecen erigirse desafiando la gravedad y los elementos.
Primero, un par de herraduras nos dirigen al magnífico escenario que constituyen las paredes verticales que impiden la salida del valle, en medio de un pinar de repoblación que engalana las peñas, que solo asoman allí donde los arbustos no consiguen enraizar. Mientras, la carretera se abre camino a base de herraduras, cuatro más, en el tramo más duro y escénico de todo el ascenso. Unos cientos de metros después de la última paella, cede la pendiente y nos adentramos finalmente en la zona alta, prácticamente plana, por el páramo donde el frío y los vientos castigan con más fuerza. En un cruce veremos una pista de tierra que parte a nuestra izquierda hacia el parking de Aguas del Buitre, barranco técnico, muy vertical y seco durante la mayor parte del año, que en 750 m salva 350 de desnivel mediante una sucesión de unos 20 rápeles, de entre 10 y 65 m de altura. ¡Qué tentación para los amantes del barranquismo! Finalmente la pendiente irá descendiendo paulatinamente hasta llanear por la vaguada formada por el arroyo de Cañada Hermosa, alcanzando el punto culminante en la zona conocida como El Helechar, a un paso del cruce con la A-317.
Resumiendo, un auténtico puertaco que merece convertirse en un lugar de peregrinaje para miles de “locos de las cumbres” de toda España. Y acabamos nuestra descripción con palabras de quien nos descubrió este paraíso: “Por trazado y entorno estamos hablando de uno de los puertos más espectaculares y escénicos de la provincia de Jaén”. Martín Cerván dixit.
Mapa situación:

©