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Localización: En Ermua, nos dirigimos al extremo norte de la localidad, siguiendo las señales que indican hacia Markina. Justo en los últimos edificios, enfilando la BI-2301, antes de una curva de 90º a izquierdas, entre un pequeño recinto deportivo y una empresa de tratamiento de chatarra, nace a la derecha una pequeña carretera que cruza un puentecillo. Es el inicio de la ascensión. No está señalizado. Solamente el cartel de la casa rural Mañe, ahora hotel.

Especificaciones: Carretera estrecha, asfaltada y con señalización lateral hasta el km 1,2. Allí tomamos el cruce a la derecha y el firme pasa a ser de hormigón en buen estado y con señalización horizontal lateral hasta el siguiente desvío llegando al término del segundo km. De ahí hasta el final, la pista se estrecha y desaparece la señalización, presentando un firme de hormigón aceptable, excepción hecha de 200 metros que están asfaltados y muy deteriorados, con grandes baches y grava. Al menos es un tramo corto que no tendría mayor dificultad si no fuera por la fuerte pendiente que puede hacernos perder adherencia. Dado que todo el trayecto discurre a través de bosque, son abundante las sombras. Tráfico muy escaso en el primer km y de ahí al final será raro que nos crucemos con algún vehículo.

Fuentes: Una a la derecha 50 m después del inicio. Luego no hay ninguna durante la ascensión

Descripción: Desde Ermua se pueden acometer un buen número de ascensiones. Al menos son diez de más de dos km, además de otras más cortas pero muy duras. Esta de Urkogoikoa, que lleva a los caseríos del mismo nombre, es la segunda más dura después de la de Elorreta, aunque casi la iguala en coeficiente. Prácticamente toda ella transcurre por zonas de bosque bastante cerradas, mezcla de pinos y arbolado autóctono, lo que impide disfrutar del paisaje, aunque en alguna zona hay buenas vistas hacia el Amboto y el Oiz. Por contra, tenemos la ventaja de disfrutar de sombras en los días calurosos. La primera parte de la ascensión es muy suave, junto a un arroyo y zona arbolada, que nos lleva unos cientos de metros más adelante a una zona recreativa, para solaz de los ermuatarras, que gozan incluso de una piscina natural en dicho arroyo. Unos metros después, tras entrar en el municipio de Mallabia, al poco de iniciar una rampa, tomamos a la derecha la pista de hormigón, que solo tiene un pequeño indicador hacia Mañe y un hotel allí ubicado. Aquí se inicia nuestro calvario. Hasta el final restan dos km al 13% de pendiente media, siendo la parte más dura los primeros 1,4 km con una media de casi el 15%, con puntas por encima del 20% y solo algún mínimo punto de descanso. Hay que prestar atención al desvío a la derecha, cuando ya damos vista a la casa rural de Mañe, hoy hotel Landetxea. Mediado el tercer km, el perfil es algo más suave, aunque hay una rampa que alcanza el 22%, tras la que tenemos un descansillo que nos vendrá bien para recuperar pulsaciones y poder así afrontar los durísimos 200 metros finales con una media del 17%.

Mapa situación:

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