Localización: Desde Maspalomas seguiremos la GC-503 hasta la misma cima y mirador. Al poco de iniciar el ascenso dejaremos a la izquierda la que sube al Parque de Los Palmitos. |
Especificaciones: Mucho tráfico hasta el cruce a Los Palmitos, que luego nos deja tranquilos. Buen suelo, poca anchura y sin señalización horizontal ni sombras. |
Fuentes: Ninguna que hayamos visto. Conviene aprovisionarse en caso de necesidad en Montaña la Data. |
Descripción: Seguro que de muchos de nosotros se podrá decir, cuando ya no estemos en este mundo, que llevábamos “el ciclismo en el corazón”. Pero será muy difícil que tengamos una placa con esas palabras como homenaje a una vida entregada al deporte del pedal y mucho más difícil aún que un puerto luzca para siempre nuestro nombre. Esto solo pueden conseguirlo los más grandes, como el creador del Tour, Henri Desgrange, o el inmortal Fausto Coppi, que han dejado sus ilustres apellidos en las cimas más altas de cada edición de las dos Grandes Vueltas más famosas del ciclismo mundial. Pero el personaje que pone el título a esta ficha ni siquiera fue ciclista, sino “solo” un locutor de radio y televisión. Hace ya más de 20 años que se nos fue en la plenitud de la vida, pero dejó en los buenos aficionados un recuerdo imborrable. Y es que Pedro González era el periodista de ciclismo más conocido en la década de los 90, formando pareja profesional con Emilio Tamargo, primero, y finalmente con el exciclista Pedro Delgado, que por aquel entonces se iniciaba en estas lides. Su inolvidable timbre de voz, su más que prominente calva y especialmente su característico bigote le hacían único. Él ponía la salsa a las maratonianas etapas que abundaban por aquellos tiempos (¡que mira que es difícil!), narrando con un entusiasmo contagioso las victorias de nuestros ciclistas, como las del propio Delgado o las de la época dorada del genial Indurain. Con su voz vibramos en la primera llegada al Angliru, cuando entre la niebla el Chava birlaba la etapa a Pavel Tonkov, y también nos transmitió su intensa emoción ante la retirada de Miguel de la Vuelta 96, uno de los instantes que se quedaron grabados en la retina de una generación. Pero incluso más allá de esos momentos inolvidables en los que se puede resumir nuestro deporte, la voz de Pedro González es nostalgia y recuerdo. El periodista, que llevaba dentro su tierra natal allá por donde iba, fue un embajador de Asturias en el mundo. Cuando su corazón dijo basta la primera noche del 2000 el mundo de las dos ruedas se quedó huérfano. Pero su nombre ha quedado inmortalizado para siempre en una de las ascensiones más habituales de los cicloturistas de todo el mundo que acuden a Gran Canaria en busca de la eterna primavera: la subida al Mirador de Ayagaures, al que podréis encaramaros desde la turística Maspalomas. No serán más que ocho los kilómetros que nos acerquen a ese magnífico escenario, con uno de ellos con una pendiente media muy exigente y varios tramos sueltos con dobles dígitos. Pero el paso por Montaña La Data y por la lujosa urbanización de Monte León (muchos famosos, como Julio Iglesias, tienen aquí una casa) no nos va a dejar indiferentes. Aunque el verdadero espectáculo vendrá luego, en ese final serpenteante sobre el Andén de los Palmitos, cuyo parque botánico y su zoo veremos en lo profundo del barranco. Porque en Canarias se llama “andén” al paso o camino estrecho que bordea una zona escarpada, que es precisamente donde reside el principal encanto de esta ascensión más que interesante.
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