Localización: Saliendo de Maspalomas por la GC-503, al llegar a la altura del Aqualand nos desviaremos a la derecha por GC-504 y a la altura de la Presa de Ayagaures la carretera retoma la numeración inicial |
Especificaciones: Suelo en buenas condiciones, pero no muy ancha y sin señalización horizontal. La vegetación, como en toda la isla, escasea. |
Fuentes: Ninguna a la vista: algún bar puede venirnos al pelo. |
Descripción: Fuera de las rutas más conocidas y de los sitios recomendados en las guías turísticas de Gran Canaria, existen lugares no tan populares pero que sin duda tienen un encanto especial. En el sur de este “continente en miniatura”, oculto entre barrancos, se encuentra el caserío de Ayagaures, cuyo nombre, de origen indígena, significa “entre dos montañas”. Sus habitantes residen en casas tradicionales, construidas con piedra del propio valle en medio de un paisaje árido pero salpicado de vegetación autóctona. La variedad de sus actividades tradicionales, como la ganadería o la cantería, son un reflejo vivo del terreno, en el que los pequeños edificios parecen confundirse con el paisaje. Pero quizás el principal encanto de Ayagaures resida en la belleza de su presa -uno de los embalses más importantes de Gran Canaria- y su naturaleza sobria: palmeras, dragos y pinos que, junto con humildes casas de campo, salpican el entorno. Estamos dentro del municipio más extenso de la isla, San Bartolomé de Tirajana, al que también pertenece Maspalomas, desde donde iniciaremos esta popular ascensión por su vertiente oriental. Aquí se encuentra la entrada al Parque Natural de Pilancones, de un valor excepcional para comprender el proceso de formación y evolución de la isla desde que fuera formada hace unos 14,5 millones de años. Su extraordinaria variedad geológica y litológica ha dado como resultado un paisaje abrupto, con fuertes pendientes, barrancos encajados, grandes macizos rocosos e importantes crestas y rocas aisladas. Porque en Canarias se llama “pilancón” a una pequeña charca de aguas cristalinas formada entre mantos de rocas en los cauces de los barrancos, que suele mantenerse durante gran parte del año y refleja bellas tonalidades azules o verdes configurando estos pequeños encantos naturales. Y hacia allí nos dirigimos. En el mismo Aqualand Maspalomas tomaremos la carretera que a la derecha señala Ayagaures. Pedalearemos en medio de paredes verticales por un paisaje realmente acogedor, que nos invita a adentrarnos en el barranco homónimo para descubrir sus secretos. Podemos observar a nuestro paso diferentes fincas con cultivos de frutas y hortalizas, colmenas y granjas de cabras y caballos. Y, si miramos hacia arriba, seguramente descubriremos cernícalos acechando a sus presas. El rectilíneo trazado de 8,5 km se verá interrumpido al pie de una pared vertical que encierra la presa de Ayagaures o de la Angostura, construida como depósito regulador para el riego. Y junto a ella se ubica otra nueva presa, la de Gambuesa, y a ambas se puede acceder por una pista asfaltada que pronto se convierte en tierra. Una gozada para otro momento, porque en ese punto acabará nuestro plácido paseo para dar inicio a una sucesión de herraduras con pendientes que oscilan entre el 6 y el 8% hasta la coqueta población. Luego, tras un breve descenso, comenzaremos el tramo más dificultoso de todo el puerto, con nuevas herraduras y rampas de doble dígito, a la par que el panorama se amplía regalándonos unas vistas magníficas. Llegados al mirador de la cima la parada es obligada para rendir homenaje al añorado locutor y extasiarnos ante un espectáculo incomparable.
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Mapa situación: |
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