Localización: Abandonamos la CM-2106 para tomar la CU-9161, que pasará a llamarse TE-V-9032 poco después de coronar el primero de los dos collados. |
Especificaciones: Suelo irregular en la provincia de Cuenca y mucho mejor asfaltado al entrar en Teruel. La anchura, de unos 4 m al inicio, también se verá ampliada con ese cambio provincial. El tráfico es el que continuará siendo escaso y las sombras inundan la zona intermedia, especialmente en las riberas del Tajo. |
Fuentes: Una de tres caños en el inicio del Cubillo, en las casas de Herrería de los Chorros; otra en el Km 2,4; una más en el Refugio del cruce hacia Frías de Albarracín y la última cuando faltan poco más de mil metros para coronar El Portillo. |
Descripción: Estos dos puertos a los que vamos a enfrentarnos tienen entidad suficiente cada uno de ellos por separado como para merecer su inclusión en cualquier publicación entre las ascensiones más interesantes del interior de la Meseta castellana. Pues bien, a escasos 4 km de la localidad citada iniciaremos la ascensión al primero de ellos, el del Cubillo, con un primer kilómetro de toma de contacto hasta llegar a las construcciones de la Herrería de los Chorros, en clara alusión a una hermosa fuente con tres generosos caños, donde deberemos rellenar nuestros botellines en esta tierra en la que el calor puede hacernos sufrir en exceso. Desde ese punto la pendiente va en progresivo aumento hasta situarse 2 km más adelante en valores cercanos al 8% y algún tramo en el que las rampas superan las dos cifras. Ascendemos con el barranco siempre a nuestra derecha y las sombras de los pinos irán haciéndose presentes a medida que ganamos altura. En alguna de las escasas curvas de herradura las vistas sobre lo ascendido y el valle del Júcar son espectaculares: ¿por qué no detenernos y tomar alguna instantánea? Alcanzaremos el punto más alto en el Km 6 y dedicaremos los tres mil metros siguientes a relajar nuestras piernas y nuestra mente a través de un precioso pinar, alejado de cualquier referencia humana salvo el refugio de montaña que allí se esconde. A nosotros nos resultó especialmente atractiva una pradera que se presenta ante nosotros y que, en un largo trazado en forma de vaguada a la derecha, acabamos envolviendo por completo. Poco después llegamos al límite con Aragón (en discusión desde hace más de un siglo), donde encontraremos el cartel que lleva el nombre del puerto, si bien por la vertiente conquense que hemos ascendido, el punto más alto se encuentra bastante antes. Un rápido descenso hasta alcanzar el cauce del Tajo, aún niño recién nacido, tras dejar a la derecha la ruta que se dirige a Frías de Albarracín, otra interesante población que visitaremos en otra ocasión. Y en un puente junto al letrero de Aguas de Alta Montaña retomamos el sentido ascendente todavía de manera suave pero que, al saludar a los albergados en el Refugio del Tío Alpargata, ya nos advierte de lo que nos aguarda con una primera rampa al 12%. Una amplia herradura derecha da la señal para el “sálvese quien pueda” en los dos kilómetros siguientes en los que la pendiente rara vez baja del 10% y con máximos del 13% poco antes de coronar, en una zona totalmente desprovista de arbolado y entre rocas. La torre de vigilancia forestal que vemos sobre nuestras cabezas nos sirve de referencia, aunque la carretera no llega tan arriba. Las vistas desde ese punto sobre el valle del Tajo que acabamos de disfrutar merecen también un alto en el camino antes de adentrarnos en las mágicas tierras de Albarracín.
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