NAVARRA AGIÑA
Lesaka
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Altitud: 550 m Distancia: 8 km Desnivel: 475 m Pendiente Media: 5,94 % Coeficiente: 90
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COLORES RAMPAS

NA04
Agiña






Localización: El inicio lo situamos en un puentecillo que hay casi a la salida de Lesaka, después de una pequeña rotonda. Rodaremos por la NA-4000.
Especificaciones: Carretera amplia y en perfecto estado, sombras abundantes y escasísimo tráfico.
Fuentes: Habrá que aprovisionarse por Lesaka, ya que no hemos visto ninguna durante la ascensión.
Descripción: Nos hallamos en las Cinco Villas de Navarra, un lugar mágico, de leyendas y tradiciones ancestrales donde la naturaleza nos brinda lo mejor de sí misma. El tiempo parece haberse detenido en cada uno de sus pueblos y sentimos que el sosiego del entorno rural nos envuelve. En esta punta de Navarra, frontera con el País Vasco y Francia, y a las faldas de las montañas más suaves de los Pirineos, se ubica el valle del Bidasoa, atravesado por ese serpenteante río en su curso al mar Cantábrico, donde desemboca 20 km más allá ya en tierras guipuzcoanas. Este territorio encajado entre montañas nada tiene que envidiar a un paisaje suizo, con estampas en las que el intenso verde, en cualquier estación, es el protagonista principal. Laderas cubiertas de helechos, prados llenos de ovejas y vacas en equilibrio por la pendiente, espectaculares bosques de hayedos, robles y castaños que van cambiando sus colores a lo largo del año, caminos de ribera que recorren los incontables riachuelos y un puñado de encantadores pueblos llenos de historia y tradición son la carta de presentación de un destino por descubrir y un paraíso para los amantes de la naturaleza, del senderismo y de la bicicleta.
Lesaka es un sitio especial, en buena medida debido a su ubicación. Pese a su carácter montañero y la tranquilidad de sus calles, es hoy uno de los motores industriales de la Comunidad Foral. No obstante, ese desarrollo económico no ha modificado ni un ápice su centro histórico, que es una joya digna de ver. Encontraremos un montón de caseríos excelentemente conservados, iglesias que son de lo mejorcito de Navarra, como la de San Martín de Tours, ubicada sobre un altozano, con dimensiones de catedral, entre gótica y barroca, buenos sitios en los que comer e incluso canales que sirven para que los más atrevidos la cataloguen como la Pequeña Venecia navarra.
Todavía se conservan las tradicionales casas de piedra con ventanas y puertas de estilo gótico. Y si nos acercamos al río podremos ver el puente de piedra y a su lado la torre Kaxerna o Zabaleta, del siglo XV. Lesaka sigue manteniendo además el encanto de los antiguos oficios de antaño, como molinos harineros, talleres de elaboración de sidra o carpinterías del siglo XVIII.
Pues bien, desde esta población emprenderemos un bonito y agradable ascenso hasta coronar el collado de Agiña por una carretera trazada por “los esclavos de Franco” en la que presos políticos realizaron trabajos forzados a cambio de una reducción de condena. Dejemos atrás el inhumano y siempre vivo pasado y emprendamos una subida en la que no vamos a superar el 8% de pendiente salvo en los 100 m finales del puerto, cuando se alcanza el 11%. Hemos colocado el punto de inicio en ese puentecillo a la salida, para tener una referencia clara, aunque el primer kilómetro es casi llano. En la parte final del segundo encontramos cuatro casas sueltas que son las únicas que vamos a ver en lo que queda de ascensión, si exceptuamos un aserradero y fábrica de palets poco después. Aunque una señal indica “barrio Katazpegi”, este barrio es mucho más grande y su núcleo no lo tocamos en la ascensión, por lo que algunos prefieren poner el nombre de la primera de sus edificaciones: Fondajaleo, de curioso nombre, ¿verdad? El resto de la ascensión está marcado por hasta una decena de curvas de herradura y vaguada que nos permitirán ir cambiando de punto de vista y tener así una panorámica completa del entorno en zonas donde el bosque nos lo permita. En el mismo alto, a la izquierda, una pista hormigonada nos conduce hasta el monumento a Aita Donostia, sacerdote musicólogo y compositor vasco, obra de Jorge Oteiza. En dicha zona se ubican también monumentos funerarios prehistóricos como dólmenes o crómlechs. Las amplias vistas que se disfrutan desde este lugar nos sugieren un auténtico paisaje vasco de postal.
Mapa situación:

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