Localización: Es la N-630 que une Asturias y León a través de este puerto que da inicio en Campomanes. Poco después de superar el alto deberemos tomar a mano derecha para dirigirnos a la Estación Invernal de Brañillín. |
Especificaciones: Hasta Puente los Fierros la carretera es espléndida, incluso con arcén. A partir de ahí se estrecha aunque continúa la señalización horizontal. Lo que no disminuye es el enorme tráfico que soporta que no nos deja despistarnos en ningún momento. Las sombras no aparecen en toda la ascensión. Los 3 km finales desde Brañillín se asfaltaron con motivo de la llegada de La Vuelta de 2012 y carecen de señalización. Esperemos que mantengan este tramo, porque en invierno queda cubierto por la nieve. Hemos observado marcas producidas por las orugas de las máquinas y tramos con grava y piedras arrastradas por el agua ya que el asfaltado se hizo a toda prisa y carece de cunetas. |
Fuentes: Varias: en Puente los Fierros, en La Romia, poco antes de Flor de Acebos, en el mirador anterior a Pajares y aún otra pasada esta localidad. |
Descripción: Otro de los innumerables colosos asturianos, y en este caso de un gran renombre por haber sido superado en diversas ediciones de la Vuelta a España, siendo también meta final de la misma la Estación de Brañillín en alguna ocasión. En los últimos años se ha visto favorecido su ascenso por la apertura de la autopista que discurre paralela y que evita parte de la circulación que diariamente atraviesa este puerto de montaña. Así y todo se nota que nos hallamos en una carretera nacional y no debemos distraernos en nuestro pedaleo. Hasta Pajares se trata de una escalada de gran dificultad tanto por su longitud como por la dureza de varias de sus rampas, muchas de ellas por encima del 10% y alcanzando en alguna ocasión casi el 17%. Su comienzo, en cambio, es muy llevadero, prácticamente un falso llano en el que vamos remontando paulatinamente el curso del río Pajares, acompañados siempre por el tendido ferroviario algo más arriba que nuestras cabezas y así hasta llegar al núcleo de Puente los Fierros. Es en este punto donde la dureza de la ascensión irá en aumento, ya con rampas de auténtica dureza, mientras a nuestra derecha vamos dejando el valle y una subida paralela a la nuestra que se dirige a la población de Llanos de Somerón. Hay dos tramos de mucha dificultad en los que podremos tener claro el final parcial del esfuerzo, al acabar el primero en la Capilla de las Nieves y el segundo en un Mirador sobre el valle, con una fuente que nos ofrece una buena disculpa para detener nuestro camino. Encontraremos luego otro tramo de unos tres kilómetros en el que la pendiente media decrece y nos va permitir una recuperación momentánea al pasar por el pueblo que da nombre al puerto, Pajares. Pero enseguida esta población se irá quedando cada vez más pequeña a nuestros ojos y alcanzaremos la altura del ferrocarril e incluso la superaremos pasado el kilómetro 18. Poco antes habremos comenzado el auténtico calvario de toda la subida, en el que se suman el cansancio de la distancia recorrida y las rampas más difíciles del puerto, que vienen señaladas por la doble dirección de subida para vehículos lentos. Deberemos afrontarlo con calma y mirando siempre hacia lo alto, donde empezaremos a vislumbrar con esperanza el Parador del puerto que dará fin a nuestro martirio. Conviene detenerse en ese punto para leer los carteles explicativos de viajes cidianos y, sobre todo, para disfrutar del magnífico panorama sobre el valle del Pajares y el Cordal de los Llanos. Reiniciamos la ruta con un breve descenso antes de llegar, reiniciada la ascensión, a las instalaciones de la estación invernal de Brañillín y el Monumento a Chus Valgrande. Bien haremos en recuperar fuerzas en lo posible, porque los 3 km finales nos van a exigir al máximo y con lo dejado atrás, no serán muchas las reservas. Al final del parking hacemos un zigzag (aunque es dirección prohibida, fuera de la temporada de esquí no hay ni un alma), y tras cruzar una barrera peatonal comienza el calvario. Al poco entramos en un tramo de kilómetro y medio con una pendiente media por encima del 16%, pero que es muy irregular, con al menos cuatro puntos en los que se supera el 20%, llegando hasta un máximo del 25% en alguna zona muy puntual. Estos cambios de pendiente no permiten mantener un ritmo constante y te van minando las fuerzas. Pero lo peor está por venir. Tras el citado tramo, tenemos unos metros llanos, incluso con un leve descenso, antes de tomar una curva a izquierda y enfrentarnos al muro final, un tramo de 400 m en los que la mitad son al 20% de media con máximo del 24%. Y además es casi recto, con lo que ves lo que te queda y parece que no avanzas. Si llegáis al final sin echar pie a tierra, a buen seguro que tendréis que esperar un tiempo para recuperar el resuello y poder disfrutar si no hay niebla, algo bastante habitual, de las inconmensurables vistas hacia Asturias y los bellos valles leoneses de Arbás y La Tercia.
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Mapa situación: |
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