Localización: Un tanto escondido el inicio de esta ascensión. En Eibar, tenemos que buscar el barrio de Amaña y en concreto en la calle del mismo nombre. El inicio está en el punto más bajo de la misma. Para llegar allí, tenemos que situarnos en la parte superior del “scalextric” donde se inicia la subida a Arrate. Allí debemos seguir la señal indicadora a Amaña (en verde), hasta cruzar sobre las vías, para girar inmediatamente a la derecha por una calle en descenso. El inicio está cien metros más adelante. |
Especificaciones: Carretera muy estrecha, sin señalización y asfaltada en buen estado en los tramos inicial y final. El tramo comprendido entre los km 1 (caserío Zozola) y 2,4 (empalme con la carretera que asciende desde Ermua) es de hormigón liso en buen estado general. Sombras abundantes y tráfico limitado a algún esporádico vecino de la media docena de caseríos junto a los que discurre la ruta. |
Fuentes: No hemos visto ninguna, así que habrá que aprovisionarse por Eibar. |
Descripción: Tremenda. Bastante más dura que la vertiente que parte de Ermua que ya es de una considerable dureza. Una ascensión que, para el común de los mortales (no contamos las malas bestias que pueden con todo), sería imposible superar sin echar pie a tierra si no fuera por los descansos intermedios que presenta. Aunque el coeficiente es bastante significativo, no lo es tanto debido precisamente a esos descansos que lo dulcifican de forma importante. Si hiciéramos el cálculo cada cien metros, rondaría los 200 puntos. Así pues, preparaos para sufrir. No en vano vais a tener que superar al menos siete rampas que superan el 20%. El inicio ya es demoledor, puesto que tendremos que afrontar medio km al ¡20% de pendiente media!. Mejor mirar al suelo para no ver la tremenda rampa de la recta calle Amaña, con 200 metros al 19% constante. Parece que al final de la calle vamos a tener un respiro, pero va a ser justamente lo contrario. Nos damos de bruces con una rampa al 26% al paso bajo la variante de Eibar. Apenas 50 metros al 10% y nueva rampa que puntualmente llega al 29% y que nos deja al final de ese medio km inicial. Viene ahora un tramo llano que deberemos aprovechar al máximo para recuperar el resuello, ya que afrontamos un nuevo reto que es superar la siguiente rampa, la más dura de todas. Cuando llevamos cien metros de ella y ya estamos por encima del 20% pensando que está acabando, describimos una curva a izquierdas y nos damos de bruces con la dura realidad: aún quedan 150 metros en los que alcanzamos (e incluso puede que superemos) la mítica cifra del 30%. Y todo ello sobre asfalto que pasa a ser hormigón al final de la citada rampa, donde encontramos el caserío Zozola. De ahí al final, una sucesión de rampas y tramos suaves, más llevaderas que las de ese infernal primer km. Atención especial a la última, nada mas pasar entre los caseríos de Elorretabekoa, ya que son casi 200 metros al 20% de media y las fuerzas no son las mismas que al inicio. Al final, la carretera finaliza en la valla de entrada al último caserío de Elorreta. |
Mapa situación:
La mayoría de los mapas están obtenidos del MAPA DE CARRETERAS editado por el Ministerio de Fomento o de Google Maps
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