JAÉN PANDERA, LA
Valdepeñas de Jaén
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Altitud: 1839 m Distancia: 12,66 km Desnivel: 934 m Pendiente Media: 7,37 % Coeficiente: 251
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JA11
Pandera, La






Localización: En la A-6050 que une las localidades jienenses de Castillo de Locubín y Los Villares hasta llegar a la capital provincial. Superado el Puerto Ranera deberemos desviarnos por una pista asfaltada a mano derecha para alcanzar nuestro objetivo.
Especificaciones: Carretera muy ancha, incluso con doble carril de ascensión, hasta el puerto de Ranera. Al atravesar el portón de acceso a la Base Militar (hoy clausurada) de La Pandera, el suelo se deteriora y sobre todo se estrecha hasta los 4 m. Tráfico inexistente en el tramo final. Apenas encontraremos sombras en toda la ascensión.
Fuentes: Ninguna: más vale ir bien surtidos desde el inicio.
Descripción: Es esta la variante más corta para encaramarnos a la Sierra de la Pandera y por ello la de mayor pendiente media. Los casi 4 km de ascenso al inicial Puerto Ranera ya nos oponen una resistencia al pedaleo que nos vendrá bien para abordar el tramo definitivo desde la valla metálica de entrada al punto más alto de la sierra.
Pero antes habremos debido aprovechar para pasear y conocer el bonito pueblo de Valdepeñas de Jaén, ubicado en un paraje conocido como la Loma de los Osarios. Se trata de un lugar fuertemente marcado por el murmullo del agua: no en vano los ríos Vadillo y Ranera la circundan antes de fundir sus aguas en el Susana, por lo que los arroyos y las fuentes brotan por doquier (aunque nosotros no encontraremos ninguna en nuestra ascensión). A esta localidad, el poeta José Sánchez del Moral dedicó estos versos: “Es Valdepeñas de Jaén lienzo bravío, / caleidoscopio de matices primaverales, / y entre pinos y plateados olivares / pintado en naif el blanco caserío“. Fundada por Carlos I en 1539, encierra uno de los paradigmas del caserío renacentista jienense, inspirado en las teorías del tratadista Vitrubio. Su morfología urbana se enfrentó a la necesidad de adaptar un trazado reticular a la irregular orografía de la colina sobre la que se asienta. Así su parte más llana se aprovechó para definir el centro urbano, una amplia plaza trapezoidal donde se asentaron sus edificios más emblemáticos. Esta plaza, cerrada en sus cuatro ángulos, es el origen de una cuadrícula reticular inspirada en la ordenación de los “castra” romanos.
Hoy Valdepeñas de Jaén es una localidad floreciente que atesora un rico patrimonio histórico y monumental, presentando una estampa cautivadora de corte señorial en la que destacan, además de sus numerosas plazas y fuentes, la iglesia parroquial de Santiago Apóstol y la ermita del Santo Cristo de Chircales, referente de la religiosidad popular valdepeñera. También merece una visita el antiguo Molino-Museo de Santa Ana, que estuvo en activo desde el siglo XVI hasta 1979.
Pero vamos a lo nuestro. Al superar el río Ranera por un puente en las afueras de Valdepeñas en dirección a los Villares, iniciaremos esta dura escalada en la que tan solo en el primer kilómetro y en el breve descenso del Puerto Ranera podremos disfrutar de un agradable pedaleo. Pero a pesar del arreglo de la carretera y como casi siempre por la Sierra Sur de Jaén, aunque los puertos sean cortos, como este de Ranera, siempre encontramos rampas de fuste, y en este caso algo más de un par de kilómetros por encima del 8%: no nos equivoquemos, que aún no hemos llegado a La Pandera auténtica.
Así, desde el cruce a la derecha hacia las Coberteras (otra interesante ascensión) un tercer carril nos va a poner sobre aviso de que el paseo está a punto de acabarse. Para cuando hayamos querido darnos cuenta la cuesta se ha situado en dicho 8% y de ahí no va a bajar hasta que coronemos el alto. Nuestro rodar, tan pesado por la pendiente como por la poca motivación que encontramos en una carretera de estas características, nos llevará cansinamente hasta la cima de un collado que, por otra parte, es visible desde bien abajo. El cambio de vertiente apenas da para un cortísimo descenso que, casi sin tiempo para la recuperación, nos situará en el cruce de La Pandera.
Cuando tomemos el desvío hacia la Base Militar, junto a una cantera, ya no habrá quien se apiade de nosotros. Solo quien venga bien entrenado o con desarrollo apropiado podrá coronar con buen semblante a 1840 m y lucir con orgullo el éxito que supone vencer a uno de los grandes colosos andaluces en cuya cima han triunfado grandes ciclistas como sus dos primeros vencedores: Roberto Heras y un jovencísimo Alejandro Valverde.

(Para la descripción de ese tramo final os remitimos a la vertiente que parte de Los Villares, la tradicional en La Vuelta).
Mapa situación:

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