Localización: Partimos del puente sobre el embalse de Aracena por la HV-3124, para tomar en menos de 1 km la HV-3116 en dirección a Aracena. A llegar al núcleo de la capital serrana buscaremos las indicaciones que nos orienten hacia el castillo. |
Especificaciones: Carretera en perfecto estado, ancha y bien señalizada. Ausencia de sombras en general. Al entrar a Aracena las calles se estrechan y habrá que evitar direcciones prohibidas. El tramo final de subida al castillo está empedrado. |
Fuentes: Una en Carboneras y otras al paso por el núcleo urbano de Aracena, en especial la de la subida al castillo. |
Descripción: Son curiosos los contrastes del paisaje en esta zona de monte bajo con algunos pinos y eucaliptos hasta llegar al embalse; luego vuelven las dehesas. El paisaje es un regalo y compensa con creces el calor habitual de estos pagos. Atravesaremos por un largo puente el embalse y llegamos enseguida a la carretera que nos conducirá hasta Aracena. Aquí tendremos que ir regulando, ya que van a ser 10 km de ascensión hasta dicha localidad, con un desnivel acumulado de 420 m. El inicio es bastante irregular con una zona de cierta exigencia en el segundo kilómetro. El paisaje vuelve a cambiar, apareciendo de nuevo el monte bajo con amplias vistas, pero con la ausencia de sombras. Y a estas alturas de la jornada si hay sol, será inmisericorde. Mejor ir regulando, que lo duro está al final. La parte central del puerto es de escasa entidad, aunque en el Km 6 la pendiente aumenta hasta alcanzar el 11% poco antes de llegar a Carboneras. Atravesamos este pueblo por un corto pero fuerte descenso con el típico encachado de pequeñas piedras hasta llegar a un puentecillo donde la cosa se pone seria, tanto que nos encontramos con un kilómetro por encima del 8% de pendiente media. Luego, otros 2 km algo más llevaderos (el segundo más que el primero), y llegamos al medio kilómetro final con casi el 9% de media, antes de pasar bajo la N-433 para entrar en Aracena. Como guinda final hemos puesto la subida hasta el castillo, pero ahí nos topamos de nuevo con el típico laberinto de calles y direcciones. Lo mejor es, tras pasar bajo la nacional, seguir de frente en descenso hasta la Plaza del Marqués. Allí habría que girar a la izquierda pero para ello debemos dar la vuelta completa a la plaza y retomar esa calle por la que subimos hasta la Plaza de la Marquesa. Y a partir de ahí ya está señalizada la ruta hasta el Castillo; eso sí, con pendiente de hasta el 14% en alguna herradura. Y ya en lo alto del cerro, deberemos saber la gran importancia que tienen el castillo y la iglesia Prioral de la Virgen del Mayor Dolor. La fortaleza del siglo XIII fue construida por la orden de los “Caballeros del Hospital”, una orden de caballería portuguesa que contribuyó a la Reconquista de la zona, y consta de la alcazaba, donde se ubica la Torre del Homenaje, dos aljibes y las murallas. La Torre es la parte más importante del castillo y, en una parte, se encuentra decorada en el mismo estilo que la Giralda de Sevilla. Una vez que el castillo fue abandonado, sus murallas se usaron como provisión para construir las casas cercanas hasta el año 1917, cuando esta práctica quedó prohibida. La iglesia, de estilo gótico-mudéjar, fue construida cerca del castillo entre los siglos XIII y XV y en su interior cobija la imagen de la santa patrona de Aracena, la Virgen del Mayor Dolor, situada en el ábside. Y tras el descenso al pueblo, solo nos queda la reparadora ducha si hay oportunidad, un buen almuerzo y a visitar el núcleo urbano que tiene mucho y bueno que ver, empezando por la conocida y espectacular Gruta de las Maravillas. Os remitimos a la web de su Ayuntamiento donde encontraremos copiosa información sobre el particular. Pero, eso sí, no os vayáis sin degustar su espléndido jamón para hacer honor a la sierra de Aracena. |
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