TARRAGONA CARDÓ, BALNEARIO DE
Rasquera
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Altitud: 502 m Distancia: 12,27 km Desnivel: 460 m Pendiente Media: 3,75 % Coeficiente: 75
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TA09
Cardó, Balneario de






Localización: En un puente sobre la Riera del Comte, a un paso de su desembocadura en el Ebro, arrancamos nuestra altimetría, para desviarnos de la C-12 en un par de kilómetros, a nuestra izquierda, en dirección a Rasquera por la TV-302, que se convierte en la TV-3021 a partir de este pueblo.
Especificaciones: Carretera ancha y con señalización horizontal hasta dicho pueblo y más estrecha y sin rayas centrales en el suelo desde esta localidad. Suelo en buen estado, poco tráfico, y sombra en muchos tramos. Carretera sin salida.
Fuentes: Una en la plaza de Rasquera.
Descripción: La silueta escarpada del balneario de Cardó, situado sobre el barranco de Sallent, es la imagen que cualquiera que haya visitado su espectacular entorno retendrá en la memoria. La historia de este emplazamiento ha vivido diversos escenarios. Hasta principios del siglo XII solo era un lugar donde los musulmanes llevaban sus rebaños y explotaban sus bosques. Tras la caída de Tortosa el enclave pasó a manos cristianas, hasta que cinco centurias más tarde los carmelitas, que buscaban lugares tranquilos para llevar una vida austera, creyeron oportuno crear un Desierto Religioso en este “oasis paradisíaco, una isla de vegetación exuberante rodeada de fuentes y saltos de agua”. Se erigió el monasterio en 1606 y, con la pretensión de combinar la vida conventual con la eremítica, se fueron edificando a la par un total de doce ermitas diseminadas por todo el valle.
La vida en Cardó fue tranquila durante dos siglos, hasta que fue abandonado con la desamortización de Mendizábal y el convento saqueado. Pronto en su lugar se inauguró un balneario que gozó de gran fama con nuevas estancias para albergar a los miembros de la pequeña burguesía catalana. Dicha actividad se mantuvo hasta los años 60 del pasado siglo. Desde 1974 se explotan sus aguas bicarbonatadas y en la actualidad un grupo empresarial pretende convertir sus instalaciones en un centro hotelero.
Podremos llegar a este paraíso natural partiendo de un puente sobre la riera del Compte, con un comienzo muy llevadero hasta la localidad de Rasquera, donde da inicio el único kilómetro duro de la ascensión, que nos conduce 2 km más adelante a un primer altillo donde descenderemos durante 1,5 km, para adentrarnos en el tramo más bello en el que la carretera parece agarrarse a las peñas con el barranco a la derecha. El paso de un túnel rocoso da acceso a la primera visión del balneario en lo alto del espectacular despeñadero del Salt del Frare, rodeado de una frondosa vegetación, con un sol que pugna tozudamente por infiltrar sus rayos en la espesura, creando hermosos contrastes de luces y sombras. El agradable aroma del suelo húmedo, el perfume que desprende la vegetación y la atmósfera en sí nos sumen en un estado de perezosa comodidad, de paz interior... ¿O pensabais que los frailes eran tontos?
Mapa situación:

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