Localización: Es la CA-860 que desde el valle del Nansa en Cosío, asciende a la milagrosa (o milagrera) población. |
Especificaciones: La carretera de ascenso, que discurre por el estrecho valle del río Vendul, sorprende por su anchura de unos 6 m, su completa señalización y el perfecto estado del firme. Apenas hay sombras y el tráfico por lo general es escaso. |
Fuentes: A poco del inicio, si nos desviamos a la derecha por la primera calle, encontramos una con varios caños. En el km 1,7 hay otra a la derecha. Y en San Sebastián una tercera. |
Descripción: Hubo un tiempo en el que San Sebastián de Garabandal se convirtió en el punto de atención de las miradas de muchos especialistas, que dirigieron sus estudios hacia esta pequeña localidad del occidente de Cantabria y contemplaron los mensajes religiosos que cuatro niñas ofrecían al resto del mundo. En los primeros 60, aún en pleno franquismo, las muchachas manifestaron a quien quiso oírlas que se les había aparecido la Virgen. No está demostrado que así fuera, pero de lo que nadie duda es de a quien sí “se le apareció la Virgen” fue a este pueblo olvidado que, a causa de las visiones, levitaciones y trances de las niñas, se convirtió en un punto de peregrinaje para muchos creyentes, a pesar de que la Iglesia nunca les ha concedido la validez que algunos desearan. Como consecuencia de tales hechos, se construyó en lo alto del pueblo, en el mismo lugar en el que ellas dijeron que había tenido lugar la aparición, un pequeño santuario, al cual acuden en peregrinación devotos católicos de todo el mundo, en particular llegados desde Norteamérica. La capilla de la Virgen tiene una imagen elaborada por el escultor Jesús Otero. Han pasado los años y aunque Garabandal ha ido modificando su configuración, el pueblo sigue conservando ese halo de misticismo que ya le hiciera famoso en los años sesenta. Pero tal misticismo quizás provenga de lo solitario del lugar y de la tranquilidad que aquí se respira, algo que sin duda también experimentaron los habitantes del Neolítico quienes nos dejaron restos dolménicos en el entorno, mucho antes incluso de nacer la joven de Nazareth. De su patrimonio destaca hoy el caserío en su conjunto, con calles estrechas en las que se respeta la arquitectura popular, así como varias casonas con escudos y fachadas encaladas. Cabe mencionar la de los Dosal, con una inscripción de 1723, y la de los Lamadrid. La iglesia parroquial de San Sebastián es del siglo XVII y su retablo tiene una buena imagen de la Virgen María. En los alrededores se conservan asimismo restos de cabañas de pastoreo de gran valor etnográfico, aunque tal actividad no consiguiera mantener en el pueblo a una población que hoy no llega a los 200 habitantes. Por ello sin duda, muchos debieron recurrir a la emigración en busca de una nueva vida. Como reflejo de tan penosa situación, a la salida del pueblo se ha levantado recientemente un Monumento a la Madre del Emigrante, que consiste en una estatua de una mujer de estas tierras escudriñando la lejanía, como intentando adivinar la imagen anhelada del hijo ausente que regresa al hogar: «Hijo mío, vuelve pronto y no te olvides de mí; tú sabes lo que ye quiero y lo que rezo por ti. Si un día al regresar ya no me encuentras aquí, tú sigue volviendo, hijo mío, y reza siempre por mí». Los dos primeros se mantienen entre el 6 y el 7%, con rampas que no alcanzan el doble dígito, para suavizar en el tramo central, cuando se empieza a divisar el pueblo en lo alto. El kilómetro y medio final vuelve a empinarse, ahora con alguna rampa interesante, a la vez que la ruta traza la única herradura de toda la ascensión. La imagen de la Madre del Emigrante nos da la bienvenida a este “pueblo del silencio”, que sigue inmerso en la tranquilidad y en la creencia de que los mensajes de la Virgen no tardarán mucho tiempo en producirse. Por lo menos nos consuela el saber que tales mensajes hablaban de un nuevo rumbo para la humanidad, marcado por la bondad de todos los hombres. La pena es que tal milagro aún no lo ha visto nadie, aunque por esperar que no quede. Para quienes se sientan con fuerzas y lleven el desarrollo adecuado, hemos añadido un tramo hormigonado final de casi un kilómetro que nos lleva hasta un pequeño grupo de árboles conocido escuetamente como “Los Pinos”, lugar de las supuestas apariciones. Para llegar hasta allí tendremos que superar una dura rampa, con casi un 20% de pendiente, que se hace aún más dura por estar el hormigón rayado. No hay pérdida porque en el pueblo está claramente señalizado. |
Mapa situación:
La mayoría de los mapas están obtenidos del MAPA DE CARRETERAS editado por el Ministerio de Fomento o de Google Maps
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