BARCELONA CREUETA, LA
La Pobla de Lillet
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Altitud: 1923 m Distancia: 21,32 km Desnivel: 1080 m Pendiente Media: 5,06 % Coeficiente: 182
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BA13
Creueta, La






Localización: A 300 m del puente sobre el Llobregat en la Pobla de Lillet tomaremos la BV-4031 en dirección a Castellar de n´Hug y La Molina.
Especificaciones: Carretera en perfectas condiciones y muy bien señalizada. Las sombras son muy abundantes hasta Castellar pero el tráfico parece estar ausente : vaya lo uno por lo otro.
Fuentes: Desconocidas. Conviene aprovisionarse en los núcleos urbanos.
Descripción: Cuando un puerto supera los 20 km de longitud y un desnivel de 1000 m no podemos decir que nos hallemos ante un paseo “cuesta arriba”. La Creueta (cruceta, en castellano) no es puerto especialmente duro aunque, con el calor y el viento que azota en las alturas, a alguno se le puede convertir en el malo de la película. No lo es, pero...
Si el gran Gaudí dejó su impronta en estas tierras del Alto Berguedà en los Jardines de Artigas de la Pobla o en un chalet de Clot del Moro, nosotros no vamos a ser menos que el genial arquitecto y dejaremos como él huella de nuestra ascensión a este bonito collado. Y si los Mataplana fueron los señores feudales del territorio, nosotros nos sentiremos también los dueños del mundo, al completar una escalada inolvidable a casi 2000 m de altitud. Y, haciendo honor a tan insigne apellido, cualquier llanura (plana) que se precie caerá muerta (mata) a nuestros pies. Bueno, a ver si nos ponemos serios que la película está a punto de empezar.
En las primeras escenas, lo más interesante es observar a nuestra izquierda, en lo profundo del valle, la primera fábrica de cemento que funcionó en el estado, en el lugar de Clot del Moro, y que enlazaba con la Pobla por un antiguo ferrocarril. El trazado es bastante irregular con rampas interesantes y con algún descenso que nos impide coger el ritmo adecuado para mantener el interés necesario en el film.
Pasamos un puente sobre el Llobregat recién nacido y trazamos dos curvas de herradura para asistir a la primera escena importante de la película, en forma de un par de rampones al 12 y al 14%, justo antes de que pedaleemos a través de un tajo en la peña. Esta escena nos ha hecho poner todos nuestros sentidos en lo que pasa en pantalla.
Luego, un corto descenso y nueva zona de herraduras que nos adentran en un frondoso pinar para disfrutar de la sombra que nuestro cuerpo demanda. En el Km 8 llegamos al Hostal de donde parte el camino hacia las Fuentes del Llobregat pero esa película, también muy interesante, puede hacernos perder el hilo de la que estamos viendo. Al pasar junto a la Ermita de la Mare de Deu de Fatima nos preguntaremos, con asombro, qué hace una actriz portuguesa en una película catalana. Cosas del cine.
Siempre bajo el placer de una abundante sombra llegamos a divisar el cruce a la bella población de Castellar de n´Hug, que obtuvo hace unos años el Óscar que sólo se otorga a los pueblos más bellos de España. No es mal momento para darnos un paseo en bicicleta por esas calles empedradas admirando sus vetustas casas de piedra. Será como el entreacto en el teatro: un descanso y a ver cómo acaba la obra.
Continuamos atentos a la pantalla para asistir a otra escena interesante, por llamar de alguna manera a un kilómetro completo por encima del 7% y con un máximo del 11%. La cosa se pone bien, ¿verdad?
Empezamos a adivinar una ermita en la cima de un monte, la de San Juan de Cornudell, y una imagen que parece equivocada en este film: ¡un campo de fútbol perdido en la montaña! Ya sabemos que la locura del fútbol es aún más peligrosa que la nuestra pero... ¡hay que ver hasta dónde llega en algunos sitios!
Los barrancos son cada vez más impactantes y el panorama queda de lo más espectacular en pantalla, aunque esa nueva escena de mil metros casi al 8% hace que nos vayamos acercando al clímax a pasos agigantados. Un mirador a mano izquierda nos brinda la ocasión propicia para disfrutar de los detalles antes de las escenas finales, esta vez por partida doble, cuando van a ser dos los kilómetros que superen el temible 7%. Y esas rampas de dos cifras que no paran... ¿Qué pasa? ¿Esta película no acaba nunca?
Menos mal que el final es de lo más relajado para que, por lo menos, nos vayamos con buen sabor de boca con las imágenes idílicas de praderas, rebaños y rocas que ponen fin a la proyección. Y gracias que al Director no se le ha ocurrido despedirnos con una tormenta aquí, en plena montaña. Lo habrá dejado para una de terror que está preparando. Por lo menos saldremos contentos del cine.
Y, si nos ha sabido a poco, podemos cambiar de sala y dejarnos caer hacia La Molina para asistir a una nueva sesión... pero en sentido inverso.

Mapa situación:

 
 Vídeo:
 
 
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