Localización: Entre el valle de Somiedo al de Teverga discurre la AS-265 que atraviesa este duro puerto asturiano. |
Especificaciones: Tras una reciente reparación su asfaltado ha quedado perfecto para el ciclismo, con unos 6 m de anchura y señalización horizontal. Tráfico escaso y pocas sombras. |
Fuentes: Hay alguna al paso por los núcleos habitados: más vale preguntar. |
Descripción: Hablar del valle de Somiedo y de su Parque Natural es hablar del encanto de lo salvaje: aquí se encuentra la mayor población de oso pardo de la Península, fiel indicador del hasta hoy buen estado de conservación de la zona. Con todo, la huella de la mano del hombre se hace patente al observar la deforestación en busca de pastos, aunque pueden encontrarse todavía bosques, ríos y lagos casi en estado puro. Y las ofertas de escalada ciclista que Somiedo nos ofrece son tantas y tan espectaculares que todo cicloturista que se precie debe acercarse a este lugar por lo menos una vez para degustar en estado puro la magia de un valle asturiano. La más exigente de todas ellas es la que alcanza la cima de este puerto de San Lorenzo para perderse a continuación en otro valle hermano de belleza semejante, el de Teverga. Y ahora viene la pregunta habitual en estos casos y que tantos de vosotros nos habéis hecho: ¿cuál de las dos es más dura? Nuestra respuesta sigue siendo la misma: “tal para cual”. Desde luego, si nos fijamos en el coeficiente de ambas, la diferencia es mínima, aunque no es difícil encontrar ciertas características que dotan a ambas laderas de atractivos singulares. La de Teverga es mucho más uniforme y concentra toda su dureza en los 5 km finales. En esta de Somiedo, en cambio, van a ser seis los kilómetros de enorme dificultad, pero distribuidos en tres tramos bien contrastados. Ya desde el mismo puente sobre el río Somiedo en La Riera que sustituye al antiguo que algunos consideran romano, la explosividad de este puerto se manifiesta en toda su crudeza con tres kilómetros terroríficos de una pendiente media por encima del 10,5% y rampas de hasta un 16%. Ya hemos empezado a trazar curvas de herradura y las vistas panorámicas sobre el valle sólo podrán ser admiradas por quienes mantengan la energía suficiente para detenerse en estas “menudencias”. ¿Pero acaso no nos llamamos cicloturistas? Viene luego un tramo de recuperación de fuerzas, en especial tras haber dejar atrás el núcleo de Las Morteras: más vale que lo aprovechemos bien porque, al finalizarlo, estaremos aún en mitad de puerto y lo que viene por delante no tiene nada que envidiar al tramo inicial. Y es que van a ser de nuevo tres los kilómetros que nos hagan retorcernos sobre nuestras bicicletas con una pendiente media de casi el 11% y continuas rampas -demasiado cercanas para nuestro desconsuelo- al 15%. Pero no acaba ahí todo, no: un excesivamente corto descanso de setecientos metros para afrontar el kilómetro final de nuevo por encima del 10%, aunque suaviza algo al final. Alcanzamos por fin la cumbre y nuestra carretera se ve atravesada por el Camino Real del Puerto de la Mesa que siguen pateando en la actualidad multitud de montañeros por donde hace siglos lo hicieron los romanos. Y ahora sí. Los que hayáis ascendido las dos vertientes podréis opinar: ¿es ésta la más dura? Y vosotros también mantendréis dudas como las tenemos nosotros aunque, si analizamos los datos objetivos del puerto, comprobaremos que ésta de La Riera tiene un kilómetro menos en total y un kilómetro más por encima del 9,5%. Quizás esto último haga decidir a algunos su respuesta. |
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