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Localización: La AV-901 pone en comunicación los valles del Tiétar y del Alberche, afluentes ambos del Tajo, a través de este puerto abulense. |
Especificaciones: Hasta poco después de pasar Gavilanes el asfalto está perfecto y con suficiente anchura. Desde ese punto la carretera se estrecha y el asfalto se vuelve botoso e incluso aparece el hormigón al paso por Mijares. En el Km 9 encontramos de nuevo el asfalto en perfectas condiciones. La señalización horizontal y el tráfico casi inexistentes. Algún pinar e incluso castaños proporcionan sombra a tramos. |
Fuentes: Abundantes, tanto al paso por los pueblos como en el Área del Horcajo y otra más dos kilómetros antes de coronar. |
Descripción: La zona del Valle del Tiétar, al abrigo de la cordillera de Gredos, con un clima mucho más suave que en el resto de la provincia y un paisaje también diferente, no parece Castilla, tampoco por la configuración de los pueblos y el carácter de sus gentes. No es de extrañar, pues, que a esta comarca se la denomine la “Andalucía de Ávila”. El puerto de Mijares ha sido utilizado cantidad de veces por las pruebas ciclistas y cicloturistas de la región para enlazar con otros puertos también muy interesantes y cercanos como el de Pedro Bernardo, Serranillos, El Pico, Menga, Navalmoral, La Paramera… Mejor si lo dejamos aquí porque, con tanta ascensión interesante, se nos va a acabar olvidando cuál es el objeto de nuestra visita. ¡Qué suerte tienen los abulenses “locos de las cumbres”! Nuestra larga subida de 22 km se inicia en la pequeña pero fértil vega que baña el Tiétar con casi un par de ellos al 5% para, tras un ligero y breve descenso, afrontar de nuevo un tramo más duro al 7% hasta la localidad de Gavilanes que nos recibe con alguna rampa de dos dígitos. Su emplazamiento es verdaderamente excepcional, asentado en un gran bancal orientado de oeste a este y a pie de monte de la llamada Sierra de la Centenera. Para llegar al pueblo que da nombre al puerto nos faltan casi 4 km en los que la pendiente se irá suavizando paulatinamente. Mijares es un pueblo típico “andaluz” en Ávila, dotado de callejuelas empinadas y estrechas, siguiendo el canon que predomina en los lugares más pintorescos del Valle del Tiétar. El elemento más característico de las casas mijariegas es la llamada "solanilla", ese balcón de última planta que normalmente tiene una altura inferior a la habitual y donde, en las soleadas tardes del mes de septiembre, se ponen las "paseras" de mimbre para secar los higos "pecicuelgas" que se verán transformados, posteriormente, en el higo seco tradicional en la época de Navidad: no deberemos perder detalle de todo ello al paso por el mismo centro de la localidad. Su núcleo de población está rodeado de castaños y atravesado por la garganta de las Torres, nombre derivado de un antiguo pueblo abandonado en el siglo XVIII. Aquí nos encontraremos con la carretera que sube en paralelo a la nuestra por Casavieja y que desde este punto comparten un solo objetivo: coronar el puerto a casi 1600 m, 14 km más adelante tras vencer diversas y espectaculares curvas de herradura y numerosas vaguadas que dan paso a la abundancia de agua en la zona. Podéis hacer un alto en el Horcajo, donde pasaréis envidia al ver asar unas tiernas chuletas o las “patatas en calderillo” de los pastores y beberéis como consuelo el agua fresquísima de su fuente antes de proseguir vuestra ascensión. Tras casi dos horas de pedaleo alcanzaremos la cima del puerto, lugar histórico de paso para los romanos o frontera medieval entre moros y cristianos.
Y, antes de dejarnos caer en busca de las aguas del Alberche, echaremos la vista atrás y convertiremos nuestras sensaciones en alegre rima: Al subir el puerto arriba volví la vista y miré, ¡adiós, pueblo de Mijares!, ¡cuándo te volveré a ver! (C. Martín, 2003)
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Mapa situación: |
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