Localización: Inicio al final del Puente de los Siete Ojos, en el km 18,7 de la A-348 sobre el río Guadalfeo, al sur de Órgiva. |
Especificaciones: Carretera de 4 a 5 m de ancho, con señalización horizontal lateral. Poco después de Capileira, desaparece toda señalización, pero la carretera mantiene su anchura y un perfecto firme hasta que se convierte en pista. Apenas encontraremos alguna sombra aislada y el tráfico generalmente es escaso, aunque puede aumentar algo en temporada turística. |
Fuentes: Hay dos o tres, pero sin la mínima garantía de que tengan agua ni de su salubridad. Mejor ir aprovisionándose en las localidades por las que pasamos. |
Descripción: Con el fin de no repetirnos, os remitimos a la altimetría de Trevélez para la primera parte de la ascensión, ya que ambos puertos comparten los 18,5 km iniciales. Esta ascensión a Capileira podría convertirse en un auténtico boom entre los puertos españoles el día que alguna autoridad se decida a invertir en su asfaltado hasta donde les parezca oportuno, ya que la pista que remontamos acaba en el mismísimo Pico Mulhacén. Ahí es nada. Aunque quizás sea mejor dejar las cosas como están y permitir que sean nuestros amigos montañeros y BTTeros los que disfruten de la Naturaleza en su plenitud. Eso si algún aficionado al motocross no se lo impide. Tras dejar a la derecha el cruce hacia Trevélez, los dos primeros kilómetros hasta Bubión ya superan con claridad el 6% de media para acentuarse la pendiente en los que faltan hasta Capileira. El primero de los pueblos que se levantan sobre el Barranco de Poqueira es Bubión, lugar de paz y descanso. Su paisaje, restaurantes y la Villa Turística de estilo alpujarreño nos invitan a la tranquilidad y al olvido. Podemos visitar un antiquísimo telar artesanal. Más adelante, Capileira, en lo más alto del barranco y rodeada de arboledas, nos enseña su origen a través de empinadas y estrechas calles, entre pasadizos de madera blanca y aromas a castañas y leña. Un interesante museo nos muestra lo más clásico de la vivienda alpujarreña. También cuenta con un horno árabe, que es el que se utiliza actualmente y del que salen el pan de aceite y las típicas tortas de lata, porque en una de ellas se fabrican. Después de Capileira las vistas van creciendo a medida que ganamos altura y las herraduras se suceden sin interrupción. El cartel que advierte de que la pista está cortada al tráfico rodado en el Km 13 solo sirve para los coches. Nosotros, salvo que vayamos con BTT o gravel, lo dejaremos bastante antes de ese punto; el suelo de tierra va a detener nuestras finas ruedas. Si nos fijamos en la gráfica de la subida veremos cómo en casi todo su recorrido la pendiente se mantiene bastante uniforme y no encontraremos rampas en las de echar pie a tierra; algún tramo al 9% y la única seria de toda la ascensión, al 14%, cuando dejamos a nuestra izquierda la pista que desciende al Barranco de Poqueira, pocos metros antes del final del asfalto. En los últimos kilómetros hacen su aparición los pinos que nos vendrán muy bien en esos días en que el sol calienta con ganas. Después de Capileira habremos trazado cuatro herraduras y tras la cuarta vemos, con resignación, cómo el asfalto se convierte en tierra y nos deja con las ganas de continuar hacia las cumbres de Sierra Nevada. Es una pena, pero siempre podremos volver en otra ocasión equipados con una bici de montaña o simplemente con las piernas dispuestas a una larguísima pero inolvidable caminata hasta el rey de los picos peninsulares.
|
Mapa situación: |
|
Vídeo: |
|
|
© |
|