SALAMANCA BATUECAS, PORTILLO DE LAS
Las Mestas
51662 visitas
Altitud: 1252 m Distancia: 14,9 km Desnivel: 810 m Pendiente Media: 5,44 % Coeficiente: 153
VER LEYENDA
COLORES RAMPAS

SA07
Batuecas, Portillo de las






Localización: Desde la población cacereña de Las Mestas en la EX-366 sale hacia el norte la EX-367, que mas tarde cuando se entre en la provincia de Salamanca pasa a denominarse SA-201.
Especificaciones: La carretera se encuentra en buen estado, sobre todo los dos km cacereños, con una anchura de 6 m y señalización horizontal. Casi toda la ascensión se hace dentro de un pinar no muy tupido que da alguna sombra. El tráfico no dificulta en absoluto nuestro pedaleo.
Fuentes: En la población de Las Mestas, en el cruce donde comienza la altimetría hay una fuente. Y casi en el Km 12 vemos a nuestra derecha un pequeño tubito con agua que puede sacarnos de un apuro.
Descripción: Preciosa subida que nos lleva desde la comarca cacereña de Las Hurdes hasta los elevados valles de las sierras del sur de Salamanca. Tiene su inicio poco antes del pueblo de Las Mestas, discurriendo la carretera paralela al río Las Batuecas, y ganando altura muy poco a poco. Pasamos enseguida de la provincia de Cáceres a la de Salamanca, introduciéndonos en el parque natural que lleva el nombre del río y vamos viendo cómo el valle se va cerrando cada vez más hasta que observamos que la pared de la montaña nos cierra el paso y la carretera no tiene otro remedio que agarrarse a la ladera para, a base de herraduras, ir ganando altura y poder remontar el muro montañoso. Llegados al Km 5 dejamos a la izquierda el acceso al Monasterio de Las Batuecas y su cristalino río que nos lleva a los abrigos rupestres del neolítico, lo que confirma la existencia de pobladores en este recóndito valle, de los que se dice que estuvieron sin relacionarse con nadie hasta el siglo XVII. Este monasterio sufrirá a lo largo de los años varios incendios y un progresivo deterioro que le conducirá a un estado de ruina a principios del siglo XX. Y así se mantuvo hasta que en 1950 los Carmelitas vuelven a instalarse en él restableciendo la vida eremítica, que continúa en la actualidad, por lo que la visita al interior es prácticamente imposible. En este punto la carretera aumenta de pendiente, dando comienzo a la verdadera subida, afrontando la parte más espectacular del puerto con sus nueve herraduras que le otorgan su peculiaridad más característica. A medida que se va ganando altura el bosque de pinos nos va dejando entrever el magnífico panorama del valle de Las Batuecas, frondoso y rodeado de montañas rocosas, viéndose en todo su esplendor en los kilómetros finales al desaparecer el pinar. En la cima, al reaparecer los pinos, las vistas no son extensas, por lo que hay que disfrutar del regalo visual antes de coronar el Portillo.
Mapa situación:

©