SALAMANCA PEÑA DE FRANCIA
río Francia
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Altitud: 1711 m Distancia: 13,68 km Desnivel: 723 m Pendiente Media: 5,29 % Coeficiente: 131
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SA06
Peña de Francia






Localización: Debemos abandonar la SA-202, entre La Alberca y El Cabaco, para tomar a mano izquierda la SA-203 en dirección a la Peña y a la localidad de Monsagro. Y seguiremos siempre las indicaciones hacia el santuario.
Especificaciones: La carretera se halla en buen estado de asfaltado y con señalización horizontal, estrechándose a partir del Paso de los Lobos. Las sombras, abundantes en la primera mitad, desaparecen por completo para dejarnos totalmente expuestos a los rayos solares y al fuerte viento que suele azotar con frecuencia. El tráfico se hace notar en días festivos.
Fuentes: Una en el área de El Casarito en el Km 1,2. En el Km 7 una que no pasa desapercibida: la de Simón Vela. Y en las instalaciones del monasterio también podremos encontrar agua siempre que se encuentren abiertas.
Descripción: La toponimia de esta comarca salmantina hace referencia a la repoblación medieval que vivió esta comarca por parte de nuestros vecinos franceses. La Peña de Francia ofrece un paisaje montañoso espectacular, un viento constante y una vegetación alpina que hacen olvidar que unos metros más abajo los toros bravos campan a sus anchas entre las encinas del Campo Charro. Pero lo más curioso de este lugar, habitado por cabras montesas, zorros y linces, es que sirve también de morada para la Virgen Morena, en un santuario construido como si de un refugio de alta montaña se tratase.
Iniciamos nuestra altimetría partiendo del bello pueblo de La Alberca y tras un breve descenso que nos sitúa en un puente sobre el río Francia. El primer tramo de mil metros es bastante exigente hasta llegar al área recreativa y núcleo de El Casarito. Los dos siguientes kilómetros vamos a recorrer un terreno irregular, de sube y baja continuo, hasta dejar a nuestra derecha la carretera que traemos y que se dirige hacia El Cabaco y Ciudad Rodrigo. Aquí se inicia la ascensión propiamente dicha en dirección a la Peña, y va a ser un auténtico deleite pedalear sin excesivos apuros por una ruta totalmente cubierta de pinos y algún roble y con una pendiente siempre constante entre el 6 y el 7%.
Cuando divisamos con claridad la mole rocosa que es nuestro punto de destino, tendremos que trazar la primera herradura de la escalada, a la derecha, seguida pronto por una nueva a la izquierda antes de una recta en la que dejamos de lado la Fuente de Simón Vela, el nombre que adoptó el peregrino francés que descubrió la imagen de la Virgen en una cueva de la cumbre. Nuevas herraduras nos llevan a salir fuera de la protección de los pinos y al tramo más exigente de toda la ascensión –hasta un 11%-, totalmente rectilíneo y pegado al flanco rocoso de la Sierra, pero que nos permite ir ganando en perspectiva sobre el barranco que queda a nuestra izquierda. En el Km 10 de la subida alcanzamos el Paso de los Lobos, a 1499 m de altitud y en un bonito marco pétreo con vistas espectaculares hacia la vertiente opuesta.
Ya solo nos quedarán algo más de 3 km para rodear por completo la Peña de Francia y acceder, con menor dureza que la ya superada, a la cumbre donde se ubica uno de los monasterios más atractivos de toda España. Al no ser muy grande la exigencia parece como si nos diera pena coronar y dejar de disfrutar de tan magnífico paseo. Las últimas herraduras sobre la roca aún le conceden más espectacularidad a la escalada y nos dejan finalmente en la explanada del circular Balcón de Santo Domingo, con su reloj de sol en una gran mesa central y con un panorama soberbio sobre la provincia salmantina, divisándose a lo lejos la Covatilla y hasta la sierra de Gredos en días despejados. Hay unos paneles que señalan claramente a dónde deberemos dirigir nuestra mirada para descubrir todas esas maravillas.
Y aún podemos entrar en un mundo místico y medieval si, ya a pie, ascendemos hasta lo más alto para recorrer el Santuario y sus múltiples dependencias (iglesia, hospedería, diversas capillas,…) de obligada visita. En una de ellas hallaremos el Pozo Verde que aparece ubicado en el patio central de un pequeño claustro plagado de reseñas literarias de grande escritores que han quedado prendados como nosotros de tanta maravilla. Nosotros os dejamos con una de las más hermosas descripciones que se hayan podido hacer de este mágico lugar, debida a un bilbaino universal, Miguel de Unamuno: "Vivir allí arriba unos días en el silencio y del silencio, nosotros, los que de ordinario vivimos en el barullo y del barullo, parecía que allí oíamos todo lo que la tierra calla mientras nosotros, sus hijos, damos voces para aturdirnos con ellas y no oír la voz del silencio divino. Porque los hombres gritan para no oírse cada uno a sí mismo, para no oírse los unos a los otros… Para descansar de las visiones de miseria de cualquier barranco humano, para digerir todo lo que es accidente en la vida, ¿qué mejor sino la cumbre de la Peña de Francia al abrigo del venerado Santuario?".
Mapa situación:

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