Localización: Desde el puente sobre el río Balouta comienza la ascensión que nos lleva hacia Murias y, pasada esta localidad, giraremos a la derecha hacia Pan do Zarco por una pista asfaltada. |
Especificaciones: Suelo irregular y de unos 5 m de anchura hasta Murias. Una vez que se coge la pista de Pan do Zarco nos encontraremos una anchura que siempre ronda los 3,5 - 4 m. El tráfico es prácticamente inexistente, sobre todo desde Murias al cruce de La Cespedosa. |
Fuentes: Encontraremos una tras la enorme curva que rodea la localidad de Murias y otra 1 km después de tomar la pista hacia la braña de Pan do Zarco donde también encontraremos una bonita fuente con agua fresca y deliciosa. |
Descripción: “Cuando un hombre se apura, el diablo sonríe”, asegura un refrán polaco. Y bien que lo podremos comprobar en esta vertiente inhumana del puerto de Ancares, en la que no hay ciclista que no pase apuros para lograr vencer al diablo en su terreno. Iniciamos la ascensión en el Ponte das Veigas antes de la población de Robledo de Rao. Las pendientes serias nos acompañan desde el inicio y nos advierten de lo que nos aguarda. Tras el breve descenso hasta un nuevo puente sobre el Río Balouta empezará la encarnizada lid que no va a darnos tregua prácticamente hasta la Cruz de Cespedosa. Los 2 km hasta el cruce hacia Pan do Zarco tienen una dificultad que nos dará cumplida respuesta a nuestra duda de tomar la pista hacia la braña o continuar por la carretera que traemos en dirección a Balouta: es también de una enorme dureza, pero no es comparable. Finalizada la amplísima curva que rodea a Murias, la decisión debe estar tomada. La exigencia de las primeras rampas nos da enseguida una idea aproximada de lo que nos aguarda si decidimos continuar: si alguna de ellas ya supera con claridad el 15% por delante deberemos hacer frente a auténticas paredes hasta del 20%. Hallaremos nuestro mejor aliado en la frondosa vegetación aunque, tras pasar al lado de una imponente peña vertical, el paisaje se irá abriendo. Nuestra pista va remontando el arroyo de Pan do Zarco, que es asimismo el nombre de la braña de verano donde, en medio de la nada, encontraremos varias majadas, una pintoresca fuente y los restos de alguna vieja palloza. De nuevo deberemos afrontar un selectivo kilómetro con rampas máximas del 17%, y darnos luego un ligero respiro en el siguiente tramo kilométrico, con una zona prácticamente llana poco antes de la Cruz de Cespedosa. Más nos vale no cantar victoria antes de superar los dos kilómetros y medio que nos faltan para la cumbre del puerto, a la par que vamos dibujando en la ladera la monumental Z final. Llegados a la cima intentaremos olvidar los sufrimientos padecidos con la contemplación extasiada de un panorama espectacular desde el Mirador de Balouta, al que se accede tras un breve paseo. Nada más asomarnos a él, lo primero que se advierte, allí abajo, es el caserío del pueblo leonés de Balouta. Sobre nosotros, a la derecha, el Pico Cuiña se yergue altivo desde sus casi 2000 m y en la ladera opuesta a la ascendida, el Valle de Ancares, por donde desciende el río Cuiña que riega la parte leonesa de esta comarca “donde el tiempo se detiene” para dejarnos atrapar por la Madre Naturaleza en eterno abrazo. El diablo ha sonreído pero nosotros aún más.
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Plano en 3D de toda la ascensión |
Mapa situación: |
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Vídeo: |
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