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Localización: Desde el centro de Cangas de Onís, nos dirigimos en dirección norte hacia el polideportivo, cruzando el río Guëña. La ascensión comienza cien metros después de las instalaciones deportivas. |
Especificaciones: Carretera de unos 5 m de anchura hasta Llueves. Luego carretera muy estrecha en la que es imposible que se crucen dos vehículos. En toda la ascensión el firme está en buen estado aunque carece de señalización horizontal. Las sombras son casi continuas y el tráfico muy escaso hasta Llueves, para desaparecer por completo en la parte final. |
Fuentes: Habrá que aprovisionarse en Cangas porque no hemos visto ninguna durante la ascensión. Si hay alguna en Llueves, no se encuentra junto a la carretera. |
Descripción: El tramo final, asfaltado a principios del siglo XXI, le ha dado un mayor interés, desde el punto de vista cicloturístico, a esta ascensión que finalizaba en la localidad de Llueves, al menos si íbamos con bici de carretera. Ahora es un puerto de paso por el que podremos conectar con la N-634 entre Arriondas y Ribadesella. Una pequeña encerrona, más por la otra vertiente, que a buen seguro nunca va a ser camino de paso del pelotón profesional dada la estrechez de la carretera. Pero para los “locos de las cumbres” es toda una bendición además de un reto. Esta vertiente tiene dos partes bien diferenciadas. Hasta el pueblo de Llueves no encontramos mayores dificultades por cuanto solo en un punto nos acercamos a esa barrera psicológica del 10% en la pendiente. La primera mitad de este tramo discurre a través de un cerrado bosque hasta que se abre al trazar una herradura, para serpentear entre praderas hasta llegar al pueblo Llueves que está dividido en dos barrios. En el perfil que presentamos hemos optado por atravesarlo por el barrio superior que es por donde va la carretera oficialmente, aunque quien lo desee puede pasar por el inferior que también tiene enlace con la carretera más arriba. Aquí nos encontramos con un cambio radical al meternos en una carretera tan angosta que incluso da la sensación que no tiene la suficiente amplitud para un vehículo de cuatro ruedas. Hasta casi casi se nos hace un poco agobiante para pasarla en bicicleta, inmersos en una tupida vegetación. Y claro, como sigue el trazado de un viejo camino, la pendiente aumenta de forma notoria superando claramente los dos dígitos para llegar a superar el 20% casi al final. Y eso son palabras mayores. Habrán sido 700 m a casi el 15% de media. Al descender, por la vertiente que elijamos, deberemos hacerlo con precaución dada la estrechez de la carretera y la poca visibilidad a causa de la tupida vegetación. |
Mapa situación: |
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