Localización: En la LE-126 entre La Baña y La Bañeza, a su paso por Truchas, deberemos tomar a mano derecha la que se dirige hacia Truchillas y la provincia de Zamora. |
Especificaciones: Hasta el pueblo de Truchillas es una carretera de unos 3 m. de ancho, que se hace más ancha a partir de esa localidad donde aparece la señalización horizontal, al tratarse ahora de una ruta de reciente factura, aunque pronto retornarán tramos de asfalto más rugoso y sin señalización, lo que provoca curiosos y continuos cambios de color en el asfalto. Sin sombras salvo una simple muestra antes de llegar a la localidad citada y tráfico testimonial. |
Fuentes: Una en Truchillas y otra a tres kilómetros de la cima, a la derecha, pero en ésta más vale no detenerse ya que se encuentra en plena rampa al 11%. |
Descripción: Se trata de un puerto prácticamente desconocido en el resto de España, pero que se asciende en varias pruebas cicloturistas o de competición en esa comarca entre León y Zamora y que encierra una dureza de las que deja huella. Los primeros 7 kms. nos sirven para ir haciendo las piernas al esfuerzo que nos espera o para, con la disculpa de visitar el bonito pueblo de Truchillas, dejar que nuestros compañeros continúen solos la ruta y así poder afrontar la ladera del coloso a nuestro aire. Una serie de rampas nos van sirviendo de aviso durante algo más de dos kilómetros, algunas de ellas superando incluso el 12%. Cuando descubrimos allá en lo alto la cima que nos aguarda en la Sierra de la Cabrera nos parece imposible que sólo en 6 kms. nos encontremos en ese punto, lo que nos lleva a pensar, en buena lógica, que la pendiente media de ese tramo final que serpentea en la ladera va a ser "de muerte". De momento nos conformamos con ir remontando el valle pegados a la montaña de la derecha, en un trazado bastante rectilíneo, y a partir del Km 10 la cosa se pone seria y "sálvese quien pueda". Si hemos cometido la torpeza de detenernos en la fuente nos costará subir de nuevo a lomos de nuestra inseparable compañera de fatigas (nunca mejor dicho), para enfrentarnos al tramo más duro de toda la escalada, con casi 500 m. al 16%, con lo que toda el agua bebida en esa breve parada se nos habrá evaporado en forma de sudor antes de acabar el kilómetro siguiente. Dos únicas curvas de herradura parecen ser nuestra única meta, con la esperanza de que la pendiente suavice a partir de cada una de ellas, pero...vana ilusión. Solamente el último medio kilómetro nos va permitir recuperar el aliento y coronar de manera digna ante las miradas compasivas de nuestros colegas más hábiles en la escalada. Aprovechamos para contemplar la tierra de Sanabria desde un magnífico mirador y confiamos en derrotarles ahora en el descenso hacia esa bonita comarca zamorana. La venganza del débil también es venganza. |
Mapa situación:
La mayoría de los mapas están obtenidos del MAPA DE CARRETERAS editado por el Ministerio de Fomento o de Google Maps
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