ALICANTE MISERAT-XILLIBRE
Pego
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Altitud: 753 m Distancia: 7,25 km Desnivel: 666 m Pendiente Media: 9,2 % Coeficiente: 248
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COLORES RAMPAS

AT07
Miserat-Xillibre






Localización: En la entrada al Paseo del Calvario de la localidad de Pego iniciamos nuestra altimetría. Posteriormente, en el Km 1,3 tomaremos la segunda entrada a la izquierda en dirección al Campo de Tiro. Al coronar en el Km 6,4 una pista asfaltada de la derecha nos permite alcanzar el Pico Xillibre y las antenas.
Especificaciones: El reciente asfaltado de este coloso alicantino va a atraer a una encarnizada batalla contra sus rampas sobrecogedoras a todos aquellos aficionados que andan a la caza de los más grandes retos ciclistas en nuestro país. Escasas sombras al inicio de la escalada y, salvo algún vecino que acude a la huerta, será difícil que encontremos vehículos motorizados.
Fuentes: Una, en Pego, poco antes de llegar al cementerio.
Descripción: Alicante es una provincia muy montañosa y más en esa zona al norte, llena de sierras rocosas que separan entre sí a una colección casi infinita de recónditos valles. Hoy nos dirigimos a la Sierra del Miserat, una agrupación de pequeñas montañas en la comarca de la Marina Alta que sirve de separación natural entre los diversos valles que conforman la subcomarca de los Valles de Pego. Sus cimas más altas, por encima de los 700 m de altitud, se agrupan alrededor de varias planicies que llevan diversos nombres, como el que da su nombre a todos ellos, el Pla del Miserat, culminados por el pico de los mil nombres: Al Miserà, el Miserat, Xelibre, Xillibre, Gellibre... En este entorno, el aspecto rocoso, áspero y grisáceo de los cortados contrasta con la abundante vegetación que encontramos en la cima y la umbría de dicha sierra.
Nuestro punto de referencia será Pego, ubicada en el centro de una gran depresión envuelta por montañas, salvo en la zona oriental donde el marjal y el cordón arenoso de las dehesas se abren a la albufera. Cuando desde la altura se divisa el magnífico vergel que constituye la Vall de Pego, un manto verde y naranja lo cubre por completo. Todo el valle de Pego, en general, es muy rico en agua y su economía descansa en el regadío y la producción tradicional de arroz, si bien la vecindad de Valencia ha hecho ganar protagonismo al cultivo de cítricos en detrimento del anterior: así surge ese manto naranja y verde que llena de colorido el paisaje.
No tenemos ninguna duda de que el nombre más llamativo para este terrorífico puerto al que vamos a enfrentarnos sería el del Calvario de Pego, y quien quiera puede quedarse con él. Aunque, en honor a la verdad, esa denominación está reservada exclusivamente al paseo de inicio de la escalada, justo hasta el cementerio de la “muy noble y leal villa”, ya que toda la avenida que hacia allí se dirige está flanqueada por las catorce estaciones del Via Crucis. Pero el auténtico viacrucis va a ser el que nos encontremos tras el breve descenso que iniciaremos al llegar a la altura del camposanto.
Sin equivocarnos luego y tomando la que nos indica Camp de Tir, aún nos van a quedar unos 700 m llevaderos antes de emprender nuestro particular calvario en varias rampas cercanas al 20% según vamos trazando a duras penas tres curvas de herradura. Tras pasar junto a una casa y un mirador, una nueva curva a la izquierda nos va a mostrar un paisaje totalmente nuevo, mientras recuperamos el aliento en un breve tramo de 300 m casi llanos.
La verdad es que vamos a poner poca atención en el panorama, ya que la tremenda pared que se encuentra ante nuestros ojos va a reclamar toda nuestra mentalización. Van a ser solo 300 m, pero todos ellos por encima del 18% y con un momento al ¡¡23%!! Al llegar, quien lo consiga, a la entrada al Campo de Tiro, el cartel nos recordará que existen otros deportes mucho menos exigentes.
Más nos vale relajarnos en los metros siguientes según atravesamos una bonita zona amesetada, el Plá del Miserat, llena de almendros y diversas huertas y pequeñas casetas. Luego, y de nuevo, las rampas requerirán el máximo de nuestras menguadas fuerzas ya que otra vez se sitúan cercanas al 20%, por lo menos un par de veces antes de llegar al Alt del Miserat, donde se halla el cruce hacia las antenas.
Desde ese punto el último kilómetro va a ser “mortal de necesidad” porque, si no morimos del brutal esfuerzo, es muy posible que lo hagamos al desviarnos un pelín de nuestra ruta hacia los precipicios que vamos remontando en la escalada. Si sobrevivimos, el guarda nos dará cumplida bienvenida tras vencer un postrero muro al 20% hasta alcanzar el puesto de vigilancia y la antena. Y nos mostrará gustoso el espléndido panorama que se ofrece a nuestros ojos, que alcanzarán a divisar a lo lejos Cullera, Gandía, Valencia y hasta Ibiza, en días muy despejados.


Mapa situación:

 
 Vídeo:
 
 
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