BIZKAIA SOLLUBE (ANTENAS)
Bermeo
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Altitud: 681 m Distancia: 9,66 km Desnivel: 676 m Pendiente Media: 7 % Coeficiente: 163
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BI05
Sollube (antenas)






Localización: Iniciamos la ascensión junto a la plaza de San Francisco, 80 m después de la rotonda de entrada al puerto de Bermeo.
Especificaciones: Carretera con señalización completa y buen firme hasta el Puerto de Sollube. De ahí hasta las antenas, carretera estrecha con solo bordes laterales pintados y un firme aceptable aunque suele estar un tanto estropeado a la altura de la casa rural del Km 7,1. Tráfico abundante hasta el alto de Sollube y se puede decir que nulo en la parte final. Dada la anchura de la carretera, apenas encontramos sombras en la primera mitad, mientras que abundan en la segunda parte, exceptuando el kilómetro final.
Fuentes: Una en la plaza de inicio y otra junto al mirador del puerto de Sollube, junto al restaurante Cannon.
Descripción: Bermeo, uno de los más importantes puertos pesqueros del Cantábrico, tiene una gran relevancia en la historia de Bizkaia. Aunque reconocida como villa en el siglo XIII, hay documentación sobre su existencia desde el XI. Principal puerto vizcaíno, antes de la pujanza del de Bilbao, Bermeo llegó a ser la capital de Bizkaia entre los años 1476 y 1602. Villa amurallada, sufrió al menos media docena de incendios devastadores en los siglos XIV y XV que destruyeron gran parte de su patrimonio. En cualquier caso, para quien no lo conozca, un paseo por el casco antiguo y el puerto es algo casi imprescindible.
El puerto de Sollube, es ya parte mítica del ciclismo, desde aquellas Vueltas a España de los años 50 y 60, cuando la prueba, patrocinada por el diario El Correo, finalizaba habitualmente en Bilbao. Este puerto era casi un clásico en la última etapa. Para la historia y la polémica queda el final de la ronda de 1956. El italiano Angelo Conterno se enfundó el maillot de líder al vencer en la segunda etapa, tras una escapada en la que sacó unos cuantos minutos a los favoritos. Durante el transcurso de las etapas fue perdiendo gran parte de la ventaja y al inicio de la última, Vitoria-Bilbao, solo aventajaba en 43” a Jesús Loroño. Subiendo Urkiola, el “amigo” Bahamontes —que siempre hizo todo lo posible para que no ganara Loroño—, remolcó literalmente a Conterno para que no se descolgara. Una de las muchas jugadas sucias que entonces no se contaban, no en vano el Águila de Toledo era un héroe nacional. Y cuando Loroño atacó al inicio de Sollube, fueron corredores extranjeros, belgas, suizos e italianos, los que subieron a empujones a Conterno. Aunque Loroño coronó destacado con minuto y medio de ventaja, pinchó en el descenso y el coche de asistencia tardó bastante en llegar. Al final fue cazado a 10 km de meta. Este caso fue tan evidente que el comité de arbitraje no tuvo más remedio que sancionar a Conterno; eso sí, la sanción se redujo a unos ridículos 30” para que pudiera ganar esa edición de La Vuelta por tan solo 13”. Simplemente bochornoso. Como curiosidad, Loroño tiene un monumento en el mismo alto, en el parking frente al restaurante Cannon.
Esta vertiente, aunque no la más dura, es la más representativa entre las seis o siete que tiene este puerto. Tampoco es la más bonita, ya que las variantes de Bermeo-Almike y Bermeo-Artike lo son mucho más; aunque si nos decidimos por una de éstas, tenemos que estar seguros de nuestras fuerzas porque tienen rampas muy serias. Yendo con la que hoy nos toca, comentar que la pendiente va aumentando de forma paulatina hasta casi finalizar el segundo kilómetro, punto en el que ya se mantiene prácticamente por encima del 8% hasta coronar el alto de Sollube; algo más de 3 km con una pendiente media cercana al 9%, pero sin grandes rampas ya que prácticamente no pasamos del 12%. Pero este tramo siempre se nos hace muy duro aunque sepamos que es solo un tema mental. Una carretera muy ancha, un firme perfecto y bastantes tramos rectos hacen que tengamos la sensación de ir parados e instintivamente forzamos el ritmo que habitualmente llevaríamos para esos porcentajes. Estas mismas cifras en una tortuosa carretera estrecha de montaña, seguro que nos parece menos dura. Así que calma y a mantener el ritmo adecuado, y gozar de unas magníficas vistas sobre la población bermeana y el Mar Cantábrico.
Justo cuando se corona el clásico Alto de Sollube, nos vamos a la izquierda (está señalizado hacia la antena) y tras un kilómetro de falso llano la carretera vuelve a inclinarse hacia arriba. Quedan aún 4 km serios y con un perfil bastante más irregular. Tampoco pasamos del 12% hasta que salimos de la zona de bosque, donde comienzan los 800 m finales bastante más exigentes que incluyen 500 m con una media del 11%. En este tramo trazamos un par de herraduras que nos llevan hasta la puerta de entrada al complejo de antenas. Las vistas desde el final son inconmensurables en todas direcciones. Estamos en el Monte Sollube, el más alto en muchos kilómetros a la redonda.

Mapa situación:

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