Localización: En la CV-755 de Altea la Vella hacia Callosa de Ensarrià, encontraremos un cruce
que indica Sierra de Bernia y en él una escultura en piedra de un labrador: ese es el inicio de
una de las ascensiones más duras de toda España. |
Especificaciones: Camino de urbanización de unos 3 m. de ancho, con un suelo de reciente asfaltado hasta la parte final en que el hormigón, en perfecto estado, no nos puede servir de disculpa. Las sombras de los frutales nos acompañan en la primera parte de la ascensión, para dar paso posteriormente a un pinar, y desaparecer en el tramo final. No hay tráfico rodado. Más nos vale. |
Fuentes: Donde termina la subida, se sigue a la izquierda y a unos 100 metros detrás de la última casa hay un depósito de agua y una senda que lleva a la fuente denominada La Font del Runar. Hay una puerta metálica, pero se puede pasar. Hay que ir andando por la senda pero está solo a unos 100 metros y es el único sitio en toda la sierra donde se puede coger agua. (Dato aportado por Mariano Gomis) |
Descripción: El coloso de la Marina Alta alicantina. Si no fuera por sus pocos kilómetros, se hallaría situado, sin duda, en los niveles de dificultad del Angliru asturiano. Tras su ascensión en la Vuelta a la Comunidad Valenciana con victoria de Pogaçar, se puede convertir en un centro de peregrinación cicloturista para los más preparados. También es cierto que otros muchos que preferirán desconocerla, para disimular el pánico que experimentan en plantearse un reto de esta envergadura. Los ciclistas de la zona aseguran que, aún más difícil que subir por sus paredes sin echar pie a tierra, es convencer a los colegas de que lo hemos logrado. Ya metidos en harina, aprovechemos el primer kilómetro para mentalizarnos de que “antes morir, que hincar la rodilla”. Hemos atravesado una urbanización de las muchas que llenan el paisaje mediterráneo y las primeras rampas serias van haciéndose notar. Bueno, ya lo hemos superado: ¿qué tal nos ha ido? Es mejor planteárselo ahora antes de continuar nuestro desafío. Breve descanso de unos 300 m. y se acabó. A partir de aquí en ningún momento vamos a encontrarnos por debajo del 10%. La pendiente media de los 3,5 km siguientes se sitúa entre el 14 y el 15%, con muros continuos por encima del 20% y con un máximo del 23%, que en el tramo final con sucesivas curvas de herradura, bajo la amenaza de las imponentes peñas que nos dominan, van a hacernos desistir de nuestro empeño si no hemos venido con el desarrollo (imprescindible el 32 de piñón), la mentalización y el entrenamiento adecuados. Y al final ¿qué?..... Pues nada. Cuatro minúsculas casitas para decir que hemos llegado a algún sitio; ni siquiera una simple fuente para recuperar el agua “vertida” sobre el asfalto. Estamos en la ladera sur de la Sierra de Bernia, que toma su nombre de la localidad que se encuentra al otro lado de la crestería, que no va a poder ser atravesada más que en BTT por alguna de las pistas que la surcan. Y si alguien pretende continuar en busca del punto más alto puede seguir por la pista que llevamos que se convierte en tierra hasta un depósito de agua: rizar el rizo. Ahora, eso sí: nadie va a privarnos del enorme gozo que supone el haberlo conseguido y de la sensación de sentirnos como el águila real que desde el cielo disfruta viendo la grandiosidad de la Naturaleza. Ya podemos ir reservando habitación en Riosa: el Angliru está a nuestro alcance. |
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