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Localización: Si llegamos a Lanestosa desde la localidad cántabra de Ramales, deberemos abandonar la N-629 para tomar, a la izquierda, la BI-3622 en el centro de la villa bizkaina.

Especificaciones: Buen suelo y con señalización. Sombras abundantes, sobre todo en los primeros kilómetros, y tráfico escaso.

Fuentes: En el cruce en Lanestosa, junto al puente sobre el río Calera.

Descripción: Cualquiera de las vertientes de este puerto bizkaino encierra un encanto especial del que muchos cicloturistas, en forma, suelen disfrutar los fines de semana. Esta, en concreto, nace en la “perdida” villa de Lanestosa, rodeada de las tierras de la vecina Cantabria, y que muchos bizkainos ni siquiera imaginan pueda existir un enclave bizkaino tan alejado de la Bizkaia nuclear. Los primeros kilómetros entre sombras van marcando el ritmo de una ascensión que es bastante más corta que su opuesta, la que asciende desde Concha, pero de una dureza superior, especialmente en ese primer tramo. Alguna herradura alegra nuestro pedaleo hasta alcanzar el barrio de Sangrices donde hallaremos el único rellano de la subida y donde se nos acaba la protección de los rayos solares que nos brindaban las sombras de los eucaliptus que bordean nuestra ruta. Si el ritmo que hemos elegido en ese primer tramo es algo alto para nuestras posibilidades reales, todavía puede hacérsenos eterno ese final hasta alcanzar el cartel del puerto. Más vale, pues, prevenir que lamentar, y la mejor manera de hacerlo es apreciar las maravillas del paisaje que vamos recorriendo, lo que constituye, en definitiva, la verdadera magia del cicloturismo.

Mapa situación:

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