Localización: Es la BI-623 que une Durango con Vitoria. |
Especificaciones: Carretera en perfecto estado y bien señalizada horizontalmente. Sombras abundantes, pero también el tráfico lo es al tratarse de uno de los accesos más utilizados para acceder a la capital administrativa de Euskadi desde la zona de Markina, Gernika y Durango. |
Fuentes: Una en Mañaria al inicio de la ascensión. Dos a mano izquierda a mitad de la misma y otras en las cercanías del Santuario. |
Descripción: Ascensión mítica de las pruebas ciclistas vascas tanto por la dureza de sus rampas como por la historia que en ellas se ha ido acumulando a lo largo de los años. Si pensamos que se trata de un puerto que apenas llega a los 6 kms se nos hace difícil imaginar un coeficiente de dificultad tan alto, debido fundamentalmente a esa pendiente media por encima del 9%. La subida transcurre al pie de las cimas del Mugarra, el Untzillaitz y la cadena del Amboto a nuestra izquierda. Tras una larga recta de salida del pueblo de Mañaria enseguida afrontamos las primeras curvas de herradura, con rampas superiores al 10% al tener que trazarse por su interior. Un doble zig-zag finaliza en la rampa del Kalero, la más dura de esta primera parte, que pronto va a encontrar el kilómetro intermedio, el más irregular, donde se hallan las dos fuentes y el único descanso, que no pasa de 50 m., de toda la escalada. Toda la parte final es impresionante, especialmente ese muro en interminable recta que con sólo mentar su nombre, Txakurzulo, asusta a los más valientes y que alcanza, justo en su tramo final, el 14%, rampa máxima de toda la ascensión. No acaban ahí nuestros sufrimientos por cuanto el 1,5 km. que aún nos falta no baja prácticamente del 10% en ningún momento hasta que llegamos al paso del puerto. Si queremos completar la subida, tal y como se hace en el final de la Escalada a Urkiola y en la célebre Marcha Cicloturista de Jesús Loroño, deberemos tomar hacia la izquierda y superar, si nos quedan fuerzas, una última rampa por encima del 12%. Si lo conseguimos y alcanzamos la barrera que da paso a una pista de montaña el coeficiente de dificultad vencido llega a 166, que constituye una cifra significativa si pensamos que apenas hemos llegado a los seis kilómetros de escalada. Nos hallaremos así ante el Santuario de San Antonio Abad que bien merece una visita de agradecimiento al santo y, si buscamos pareja (además de nuestra amada bicicleta), completar 13 vueltas al “meteorito” que se halla en la explanada. Si nos acercamos a pie al Mirador, el panorama que se presenta a nuestra vista es uno de los más espectaculares de toda Euskalherria. Y, para que tengamos tiempo de descansar aún un poco más, nos acercaremos a la ermita de Santa Apolonia, en cuya fuente podremos curar nuestros males dentales. |
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