Localización: Se trata de la vertiente cántabra de la ruta que asciende al Refugio alpino del Golobar, que se inicia cerca de Reinosa, en el cruce que en Espinilla distribuye las rutas hacia tres puertos de raigambre montañera: Alto Campoo, Palombera y éste que nos ocupa. |
Especificaciones: Carretera de reciente trazado, con un suelo magnífico y señalización horizontal. Sin ninguna sombra y ningún vehículo que moleste nuestra subida. |
Fuentes: Una, justo antes de comenzar nuestra ascensión, junto al ayuntamiento de Espinilla. Otra después de la zona de La Tablada, tras la curva a derecha, a nuestra izquierda junto a una cruz de hierro y una alambrada cuadrada. Otra en Salcedillo, entrando al pueblo, y una última a poco menos de un kilómetro de la cima, a la derecha. |
Descripción: Debido a su mayor longitud por esta vertiente, el coeficiente de dificultad alcanzado es aún mayor que por su opuesta, y es que el tramo auténticamente duro, el final, es compartido por ambas laderas. Este trazado por tierras cántabras es menos espectacular que el palentino, mucho más abierto y sin curvas de entidad lo que hace la ascensión aún más penosa. Una primera zona de cierta entidad nos lleva a un kilómetro de descanso cuando dejamos La Población de Suso a nuestra izquierda. Un nuevo tramo de la subida nos coloca en el Collado de Somahoz, entre dos cumbres rocosas, donde termina Cantabria y a nuestros ojos se ofrece un nuevo panorama sobre tierras de Palencia. Nueva etapa hasta Salcedillo y ya la última que nos deja en el Alto de Brañosera, donde a la derecha empiezan los respetables muros que engrandecen este bello puerto de los altos valles palentinos. En este punto una carretera en peor estado nos va a poner a cada uno en nuestro auténtico lugar, con casi dos kilómetros de muro continuo que se sitúa entre el 10 y el 13% en lo que más bien parece una regia escalinata hacia la Sierra y cuyos rellanos, que de llanos no tienen absolutamente nada, van a permitirnos superar este terrorífico tramo en larguísima recta que asustará sin duda a los menos decididos. Tras un ligero descenso y ya con el Refugio, como punto definitivo de nuestra ruta que va adentrándose en el circo alpino, a la vista, el tramo final será de continuos toboganes, alguno por encima del 10%, con la pared rocosa cubriendo nuestro flanco derecho. La amplia explanada donde está emplazado el Refugio, que se quedó sin utilizar como tantos otros edificios de este país de derrochadores, pone magnífico broche entre grandiosas cumbres a una durísima escalada, que merece más renombre del que hoy goza. |
Mapa situación:
La mayoría de los mapas están obtenidos del MAPA DE CARRETERAS editado por el Ministerio de Fomento o de Google Maps
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