Localización: En la ZA-104, tras pasar el pueblo de Galende, tomaremos a la derecha la ZA-103 hacia San Martín de Castañeda y la Laguna de los Peces. |
Especificaciones: La carretera, aunque estrecha, se halla en perfecto estado. Los socavones que el hielo y las nevadas pueden provocar en invierno suelen ser reparados con prontitud. Las sombras van desapareciendo según ganamos altitud. Tráfico inapreciable. |
Fuentes: En el trayecto encontraremos dos: una en San Martín de Castañeda y otra pasado el Km 9. |
Descripción: Idílica ascensión con unas vistas panorámicas majestuosas sobre el Lago de Sanabria y su comarca. Ni siquiera vamos a vernos molestados por la dureza de una subida que se mantiene prácticamente en su totalidad por debajo del 5%. Solo sus casi 17 km asustarán a más de uno pero como el panorama merece más de una parada de disfrute, nadie debería perderse el auténtico placer que supone llegar a la Laguna de los Peces, perdida en una amplia meseta a más de 1700 m de altitud. Nos dejamos guiar en estas líneas por nuestro buen amigo sanabrés, Enrique Domínguez Álvarez. El comienzo se ubica en el río al fondo del valle y transcurre entre un frondoso robledal. Según ganamos altura, los árboles se van dispersando a la vez que trazamos un par de herraduras. El festival de panorámicas y ángulos sólo se interrumpirá con la visita a San Martín y con la muy recomendable parada en su monasterio, uno de los mejor conservados en el país y muy afamado en la comarca, tanto por su papel en la historia como por haber salido en libros como San Manuel Bueno y Mártir, de Miguel de Unamuno, quien en 1930 dejó escritos los siguientes versos:
La magia poética que encierran tan bellos versos solo se verá superada, si cabe, por un paisaje espléndido en su sencillez y por el agradable sosiego de los 10 km que nos quedan para finalizar este genial paseo. Transitaremos relajadamente por una placentera sucesión de curvas con amplias panorámicas del lago, observando cómo, según vamos ascendiendo, este va empequeñeciendo y empezamos a ganar perspectiva sobre las montañas. Raramente las pendientes nos obligarán a realizar un sobreesfuerzo, con lo que el puerto, por ser tan constante y sin grandes rampas, se convierte a nuestros ojos en una continua caja de sorpresas. Al superar el Alto de la Corona entramos en una zona de pastos de alta montaña, donde disfrutaremos de unas amplísimas vistas de toda la provincia. Por último, llegamos a la Laguna de los Peces, y descubrimos una preciosa mancha de agua escondida, azul, solitaria y calmada. El paseo por sus riberas es obligado. Paz en la montaña.
|
Mapa situación: |
|
Vídeo: |
|
|
© |
|