Altigrafía y comentarios enviados por:
Josemi Ochoa

Localización: Nos situamos en la calle Torre de Barúa, que es la que discurre junto a las vías, al lado opuesto de la estación. Perpendicular a ella, nace la BI-3727 que lleva al barrio bilbaino de La Peña, por Venta Alta. El cruce de ambas es el inicio.

Especificaciones: Carretera amplia, con señalización horizontal y asfalto en perfectas condiciones hasta el km 1,7. A partir de ahí se estrecha mucho (no se pueden cruzar dos vehículos) y pierde la señalización horizontal. El asfalto sigue estando bastante bien. Escaso tráfico hasta abandonar la carretera principal y ninguno hasta el final. Bastantes sombras en la parte más dura.

Fuentes: Que sepamos, solo hay una, 250 metros después de abandonar la carretera principal, en el km 1,3. Está a la derecha, un tanto escondida, en la entrada a un parque que se ha habilitado junto a las instalaciones del Consorcio de Aguas de Bilbao. Está adosada a un pequeño edificio.

Comentario: Otra corta pero dura ascensión que termina en un barrio de Arrigorriaga. En este caso el de Goriko, un tanto escondido junto a unas canteras en la falda del Pagasarri. En el inicio ya nos encontramos con una rampa que en algún punto llega al 12%. La vía transcurre en dirección a La Peña junto a unas nuevas urbanizaciones y, tras pasar dos rotondas, cruzamos sobre la autopista AP-68. Nada más pasar ésta hay una tercera rotonda junto a un parking e inmediatamente un cruce a la izquierda que es el que tenemos que tomar, abandonando la carretera principal. Aún tenemos 700 m de carretera ancha y suave pendiente, bordeando el complejo que el Consorcio de Aguas tiene en esa zona. Nos encontramos de improviso con un fuerte estrechamiento de la calzada, a la vez que la carretera se empina de forma importante. Nos queda por delante el exigente último km con una pendiente media por encima del 11%. En el gráfico de la altimetría las pendientes indicadas son pendientes medias de cada tramo. Y es que la pendiente en este último km es absolutamente irregular en tramos muy cortos. La carretera se adapta a las irregularidades del terreno y pasamos de pendientes cercanas al 20% a otras del 4% en muy pocos metros. Reflejarlas con detalle haría que la altigrafía fuese un diente de sierra que tampoco aclara mucho. Quizá la parte más regular de la pendiente sean los 300 metros finales, cuando entramos en un cerradísimo bosque que apenas deja pasar la luz. Es impresionante lo oscuro que está. Y así llegamos al barrio de Goriko, en el que, junto a la última casa, termina el tramo asfaltado.

Mapa de situación


Inicio de la ascensión. Las vías del tren quedan a nuestra espalda.


Giro a la izquierda después de la tercera rotonda.


A nuestra derecha quedan las instalaciones del Consorcio de Aguas.


Aquí se estrecha la carretera y la cosa se pone seria...


...tanto como esto...


...o aún más, esto.


La cosa se pone negra, más que por la pendiente, por lo oscuro que es este bosque.


Llegando al final.


Ahí arriba, se acabó el asfalto.