Altigrafía y comentarios enviados por:
Miguel Baeza y Martín Cerván

Localización: En el corazón de la Sierra de Aracena se sitúa la subida. Comienza en el cruce de la N-433 con la carretera que parte hacia La Corte a la altura de El Repilado. Luego, al llegar a un cruce, habremos de girar a la derecha en dirección a Puerto Lucía por la HU-8103.

Especificaciones: El piso es de inicio botoso, con continuos baches y parches que incomodan más en las zonas más llanas. A partir del cruce hacia Puerto Lucía la carretera se encuentra en buen estado aunque se estrecha levemente, rondando los 4 m. En este momento es cuando aparece también la señalización.
Las encinas ofrecen alguna sombra al ciclista, aunque en verano se antoja exigua. El tráfico es, por otra parte, poco molesto en estos lares.

Fuentes: No hemos observado ninguna. Dado el tamaño de las aldeas, conviene abastecerse al paso por algún pueblo populoso.

Comentario: Un falso llano ascendente con algún tramo descendente conforma el inicio de este puertecillo localizado en el corazón de la Sierra de Aracena. La carretera hará un flaco favor a nuestras intenciones de imprimir velocidad en los primeros compases de la subida, pues los continuos baches y parches –siempre presentes en las vías onubenses- terminan por persuadirnos de que es mejor pedalear tranquilos y sin alterarnos en demasía.
Una vez que hemos dejado a un par de kilómetros tras de nosotros la aldea de El Repilado es cuando vamos a percibir que la carretera se decide a tomar rumbo ascendente. Poca panorámica nos va a permitir el puerto en estos primeros compases de ascenso propiamente dicho, ya que remontamos una especie de valle por su parte más profunda, donde un profuso encinar, umbráculo y despensa de gorrinos doblemente, cercena nuestra mirada como si del telón de un teatro se tratase.
No nos queda otra que fijar la vista en la carretera, nuestro escenario principal y único, ansiosos de que al terminar el presente acto se sigua un entremés que llevarnos a la boca… O, por mejor decir, al pedal.
El caso es que en esto hacen acto de presencia unas rampas de cierta entidad que aguijonean nuestras ansias escaladoras. Pronto llega un corto descansillo y ganamos una zona de curveo que resulta más entretenida y algo más interesante paisajísticamente hablando, ya que tras de nosotros –hay que girarse, eso sí, e incluso merece la pena pararse- se abre un hermoso y tupido valle.
Un kilómetro nos queda para coronar La Corte –una pequeña aldea serrana de algo más de 200 habitantes-, mil metros al 7,2% que nos sitúan en el cruce con la HU-8103. Allí giramos a la derecha buscando otra aldea, Puerto Lucía –ésta con apenas tres docenas de habitantes-, por una carretera en mejor estado y algo más estrecha, si cabe.
Lo más interesante del puerto es precisamente este tramo, ya que por momentos atravesaremos rampas del 15% de pendiente, un desnivel ya digno de consideración.
Sin embargo, antes de que empecemos a “disfrutar” retorciéndonos, las rampas declinan y nos damos de bruces con el cruce donde se sitúa la cima del puerto, a tan sólo varios cientos de metros de la aldea.
No se trata de un gran puerto, más bien al contrario, nada comparable a otros ascensos de la provincia onubense no lejanos, pero, una vez en su cima, sí que podemos afirmar rotundamente que nos encontramos en un lugar recóndito de Huelva. Qué diantre… ¡Y del mundo!

Comenzamos el tramo de falso llano:


Largas rectas y carretera rugosa caracterizan el inicio:


Carretera estrecha y poca panorámica:


Se endurecen las rampas:


Antes del cruce de La Corte sí que podemos disfrutar de una excelente panorámica de la Sierra de Aracena:


Coronamos la corte en una rampa del 10%:


A partir del cruce la carretera mejora junto con el entorno. Al fondo la rampa más dura del puerto, que alcanza el 15%:


Termina el repecho dejando un buen sabor de boca:


Pero, al instante, también se acaba el puerto: