MÁLAGA PUERTO DEL ESPINO (ANTENAS)
Algatocín
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Altitud: 883 m Distancia: 10,25 km Desnivel: 652 m Pendiente Media: 6,4 % Coeficiente: 136
 

Altigrafía y comentarios enviados por:
Miguel Baeza y Martín Cerván

 

Localización: El puerto se inicia en el puente sobre el río Genal, junto a un camping, en la MA-536. Al salir de Algatocín giramos a la izquierda en dirección a Algeciras por la A-369 hasta que coronamos el puerto. Para subir a las antenas es necesario descender unos cientos de metros por la misma carretera y desviarse a la izquierda por un camino asfaltado que asciende hasta el punto más alto.


Especificaciones: El inicio del puerto ha sido arreglado tras unas lluvias que dejaron el piso bastante deteriorado. Pero luego, la carretera se estrecha hasta unos 4,5 m. o poco menos y el asfalto empeora. En la travesía de Algatocín pasaremos un par de tramos hormigonados, aunque no presentan problemas.
Al salir a la A-369 la carrera se ensancha y mejora el asfalto hasta que coronamos el puerto.
El corto tramo hasta las antenas es muy estrecho, de unos 2,5 m. aproximadamente y, aunque el piso está bien, hay que tener cuidado con las zarzas que invaden el asfalto.
El puerto, que cuenta con señalización horizontal y vertical hasta la cima, está protegido por abundantes sombras durante los primeros 4-5 km. de ascenso y el tráfico, sin ser excesivo, puede llegar a ser molesto en festivos o en verano.

Fuentes: Una vez que salimos a la A-369 y abandonamos Algatocín, vamos a encontrar una frente al Hotel “La Fuentecilla”. Desgraciadamente esta fuente no siempre presta servicio.

Comentario: El valle del Genal es un vergel en el corazón de la Serranía de Ronda, un paraíso para el cicloturista, que encontrará multitud de opciones para disfrutar de su pasión.
Pues bien, una de ellas es el puerto del Espino con sus diferentes vertientes (Gaucín, Benarrabá y Cañada del Real Tesoro), todas ellas con algún atractivo, ya sea dureza, ya belleza, ya una perfecta combinación entre ambos aspectos.
Precisamente, la que se inicia junto a la Venta San Juan, en la carretera que viene de Jubrique, es –bajo nuestro punto de vista- una de las más interesantes: con un trazado plagado de revueltas y más revueltas; cubiertos por la sombra de encinas, chaparros y castaños primero; a pleno sol con una excepcional panorámica del valle después; con unas rampas constantes siempre fluctuando entre el 6 y el 7%, pero con puntos muertos que alcanzan e incluso superan el 10% durante sus primeros 7 km.; con un añadido, finalmente, hasta las antenas corto e intenso.
Tan pronto comenzamos el ascenso divisamos Algatocín como una mancha blanca en la montaña. Mejor no pensar en lo que resta que subir, sobre todo si venimos haciendo ruta desde Estepona por el puerto de Peñas Blancas, como suele ser habitual antes de afrontar esta vertiente del Espino.
Antes de darnos cuenta, estaremos trazando una hermosa sucesión de cuatro herraduras consecutivas.
La carretera desde el fondo del valle, siempre serpenteando y cambiando de ladera y de loma, se eleva para permitirnos cuando clarea la vegetación unas cada vez más amplias vistas del valle, ya sea hacia el Norte, ya hacia el Oeste, ya hacia el Sur.
Unos kilómetros después, aparecerá ya cercano Algatocín. Antes de llegar al pueblo disfrutaremos de algún descansillo que nos permitirá recuperar el resuello y, sobre todo, distraernos en su contemplación.
En el pueblo, que conserva la intrincada estructura tan típica de las urbes de raigambre árabe a pesar de la apariencia moderna de algunas casas restauradas, destaca la torre de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario, de origen renacentista, por lo que es bien fácil de distiguir entre las techumbres incluso para ojos profanos.
Tan pronto rozamos las primeras casas del pueblo, el asfalto torna hormigón durante varios cientos de metros. A nuestra izquierda el valle se nos muestra en todo su esplendor dominado por la omnipresente presencia del pico Reales y las antenas que lo coronan, mientras que en las lomas destacan las encinas y los castaños, que se distinguen de manera sobresaliente por el otoño parduzco de su hoja.
A la salida del pueblo, en otro corto tramo de hormigón, una herradura a derechas alberga la rampa más dura del puerto y al punto llegamos al cruce con la A-369.
Paulatinamente irá decreciendo la pendiente hasta que el tramo final del puerto se sitúe por debajo del 5% de pendiente media. Aunque nos queden fuerzas para apretar, disfrutaremos tanto contemplando el magnífico panorama sobre el valle que apenas sí daremos intensidad a nuestras pedaladas. Ralea algún que otro almendro con la pretensión de teñir con la breve blancura de su flor el inicio de la primavera en el valle.
Pasamos el cartel del puerto –con una altitud errónea, por cierto- y coronamos poco después de una venta situada en el cruce que baja hasta la Cañada del Real Tesoro, pero, por enésima vez, vamos a continuar para ascender hasta el punto más alto posible.
Así, nos dejaremos caer durante unos cientos de metros hasta que, a nuestra izquierda, vemos el cruce –ojo, porque no está indicado- y nos adentramos por una estrecha carreterilla con un asfalto gastado, aunque no excesivamente deteriorado e invadido por zarzas a ambos márgenes. Incluso en el centro de la calzada osan crecer algunos yerbajos que hemos de esquivar para evitar pinchazos.
La pendiente aumenta poco antes de trazar una herradura a derechas y no va a bajar hasta el final, llegando a superar incluso el 20% de máxima a la salida de una segunda paella -muy abierta eso sí- a izquierdas.
Disfrutamos, si es que podemos, de unas buenas vistas del valle del Guadiaro hasta coronar junto a dos grupos de antenas en el momento en que la carretera –al igual que la montaña- se acaba.
Ahora, después del postrer esfuerzo, una paradita, un poco de agua y de comida, y a disfrutar del paisaje. Desde luego, el Valle del Genal es un formidable espectáculo que no hay que perderse.

Fotos:

Puente sobre el río Genal con Algatocín al fondo:


La carretera trepa serpenteando:


Abajo podemos ver las primeras herraduras enlazadas y la carretera procedente de Jubrique algo más a la derecha:


Cuando se despeja la vegetación, el valle se nos muestra plagado de contrastes:


Las curvas que no falten:


La arboleda, antes abundante, va desapareciendo paulatinamente:


Mayor altitud, mejor visión:


Aprovechamos los leves descansillos…


Para buscar Algatocín:


Ya casi estamos:


En la herradura previa al pueblo el clinómetro pica un 11%. Al fondo, tras el valle, la Sierra de las Nieves con el Torrecilla (1919 m.) dominando el panorama:


Entramos en el hormigón. El valle se muestra esplendoroso:


Al salir del pueblo, la única fuente con que nos cruzaremos:


La carretera A-369 es una cornisa con vistas al valle:


Manchas blancas salpican las laderas: Benarrabá, Genalguacil, Jubrique… son las perlas del Genal:


Nos disponemos a coronar el puerto, pero falta apuntillar con las antenas:


En bajada llegamos al cruce:


Habrá que cuidarse mucho de no pinchar:


Claro que, entre el poco margen que concede la carretera y la dureza de la rampa nos veremos obligados a hacer malabares:


Altimetrías de Puertos de Montaña
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