Comentario: Esculpida por el magma del interior de la Tierra, el Hierro es una auténtica joya natural, que afortunadamente a sobrevivido al envite del turismo de masas, conservando un encanto único y una paz que hace de esta isla un paraíso en el que perderse. No lo iba a ser menos en cuestión de bicicletas, isla por descubrir, con auténticos puertazos que salvarían el tipo en cualquier gran vuelta, y con nota. Hoy os traigo la ascensión más conocida de la pequeña isla. Para ello partiremos desde casi el nivel del mar, en Las Puntas, en uno de los extremos del Valle de El Golfo; otra opción es comenzar desde el otro extremo, desde Sabinosa, ya que la carretera confluye en Frontera para seguir el ascenso. Con unos primeros kilómetros muy suaves, será la aproximación a Frontera donde veamos las primeras dificultades, con rampas de hasta el 11% en algunos tramos. Pasado el cruce de Tigaday, en donde seguiremos dirección Malpaso-La Restinga, es donde el puerto se empieza a poner serio. A pesar de que sus desniveles no son desproporcionados, el hecho de observar desde abajo casi todo el ascenso supone un golpe bastante fuerte, ya que si empezamos a flojear, la vista hacia arriba no ayuda (este puerto salva un desnivel de casi 1300m en la vertical, ya que se trata de un acantilado, concretamente, la cicatriz de un gigantesco deslizamiento volcánico). Sin grandes porcentajes, pero con un kilometraje generoso se llega a los últimos 3 kilómetros, donde nos encontraremos rampas de hasta el 12%, lo cual tras 21 km de ascenso no es que se agradezca precisamente. llegados al cruce que desvía a Malpaso o La Restinga, podemos optar por seguir hacia San Andrés, La Restinga o Valverde, o bien, tomar hacia Malpaso, en una pequeña carretera desde la que observaremos unas vistas espectaculares y que acaba convirtiéndose en una pista de tierra que sube a Malpaso (1501m) a la postre el punto más alto de la isla. En mi opinión, nuevamente sumamos un Hors Categorie a las Islas Canarias.
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