Comentario: : El santuario de la Virgen de Herrera se encuentra situado en el pico del mismo nombre, a 1.348 metros de altura. La ermita se erigió hace 500 años en el lugar donde, según cuenta la tradición, se apareció la Virgen a Martín, un carbonero del pueblo que se hallaba en el monte ejerciendo su trabajo. La carretera asfaltada termina en el propio santuario, de modo que su tráfico es limitado. Ello hace que debamos realizar el descenso por el mismo itinerario (existen otras alternativas, pero son pistas no asfaltadas, aptas para recorridos en BTT). La visibilidad a la salida de las curvas más cerradas es limitada, ya que la mayor parte del recorrido transcurre por un espeso pinar, por lo que habrá que tener precaución en la bajada con los posibles automóviles que se dirijan hacia el santuario. La subida al cabezo de la Virgen de Herrera está entre los puertos de mayor dureza de la provincia de Zaragoza. Tiene dos partes bien diferenciadas, con una dureza que incrementa de forma progresiva. Hasta el km 4 las rampas son por lo general suaves, con pendientes medias inferiores al 5 por ciento. Poco después de pasar el km 4 la carretera toma una inclinación más fuerte, con pendientes medias comprendidas entre el 6 y el 7 por ciento. Las mayores dificultades se encuentran: en torno al km 6, en el inicio del tramo cementado; tras un corto tramo de descanso, que termina al llegar al km 7 (una rampa recta expuesta al viento del norte y sin protección del pinar); y pasado el km 8: antes de llegar al alto tendremos que superar una rampa corta (100 m) de un 16 por ciento de pendiente. La recompensa será una estupenda panorámica: el pico de la Virgen de Herrera es una excelente atalaya que domina una amplia extensión del territorio aragonés. En días despejados veremos, hacia el Norte, desde los Pirineos al Moncayo; al Sur, toda la parte septentrional de la provincia de Teruel.
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