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Víctor M.Martínez - Javier Fuertes

Localización: Si venimos desde Asturias utilizaremos la Carretera San Antolín de Ibias – Sena – Navia de Suarna, para desviarnos en el cruce de la Barca para tomar la carretera local. Viniendo desde Navia de Suarna vendremos por la LU-722 que toma la denominación de LU-3510 una vez superado Embernallas, tomando el mismo cruce (esta vez girando a la izquierda)

Especificaciones: Carretera estrecha, no supera los 3,5 metros, pero bien asfaltada en todo el tramo asturiano, sin marcas horizontales. El pequeño tramo lucense, hasta el cruce de Coea, es más estrecho (3-3,5 m) y presenta un peor firme, con constantes baches y gravilla suelta. Se alternan en su inicio los tramos de sombra (bosque de ribera, robles, castaños y pinos) con los expuesto hasta el cruce de Coea, a partir del cual dominan los pastizales. El tráfico es muy escaso.

Fuentes: No se ha observado ninguna fuente en esta vertiente ni ningún bar o restaurante donde aprovisionarse, si bien pudiera ser que preguntando a los amables habitantes de Valdeferreiros nos indiquen la localización de una fuente con pilón ganadero o ellos mismos nos aprovisiones. Es posible también que si nos desviamos en Muria ocurra lo mismo, o si nos paramos en A Barca (siempre y cuando que los dos fieros perros allí presentes nos los permitan). De todas formas en verano es una cuestión a tener en cuenta en esta vertiente dura y soleada en su parte final.

Comentario: Este puerto asturiano, envuelto en la polémica (se le ha llegado a calificar como puerto fantasma) constituye una ascensión de alto nivel, sólo basta con ver su gráfico. Comentar que su inicio es muy fuerte, enlazando una serie de herraduras bajo un precioso arbolado de frondosas caducifolias, donde dejaremos a la izquierda en el primer km el cruce hacia Parada y Vilarello. Una vez superado el cartel que indica que entramos en la provincia de Lugo circularemos a media ladera, con toboganes (la mayoría ascendentes) hasta el cruce de Coea. En este tramo deberemos estar más atentos a dónde ponemos nuestra rueda que a la ascensión en sí. Llegados a este punto emprendemos es tramo más duro de la ascensión, hasta llegar al paraíso, tal y como nos permitimos bautizar a Valdeferreiros, ya que pocas veces nos alegraremos más de discurrir por las calles llanas de un pueblo, ya que tanto antes (17% y más puntualmente) como después del mismo (13%) nos recibirán rampas muy superiores a los dos dígitos. Superada la citada rampa, y tras una cerrada curva a izquierdas emprendemos el poco trecho que nos queda hasta la cima, superando una ermita donde se celebra una romería anual y llegando al cruce con la vertiente de Parada, que reconoceremos por la presencia de una caseta de ladrillo rojo que sirve para que los escasos vecinos de la zona se guarezcan al esperar el autobús. Tras ello si decidimos bajar por Louxas o Mera hacia Navia de Suarna emprenderemos un cresteo placentero entre pastizales y pequeñas masas de pino, que sólo podrán entorpecer los muchos perros presentes en la zona.