Comentario: No hay que dejarse engañar por la suavidad evidente del inicio de esta variante de ascenso a Cerro Becerrero. Está claro que esos primeros km. no han de suponernos demasiado esfuerzo por conseguir nuestro objetivo –a menos que, como es habitual, el viento sople en nuestra contra-, aunque la pendiente pasados unos cuantos km. empezará a aumentar sosegadamente hasta situarse cercana al 3%, lo suficiente para que comencemos a notar una cierta pesadez en nuestras piernas.
Siempre entre olivos y con Estepa al frente, pasamos bajo el puente de la A-92, momento en que se produce un brusco cambio en la subida: en primer lugar las rampas se endurecen hasta situarse por encima del 10% en no pocos momentos; en segundo lugar, tras realizar un giro a la derecha y superar unos 300 m. de verdadera exigencia, nos introducimos en la travesía del pueblo, entre sus casas y abandonando, pues, el vasto olivar.
Como es natural, el camino que hemos escogido hasta el cruce con las antenas es el más corto y, por tanto, el más duro de entre los posibles. Y ello pasa por remontar la Calle de la Dehesa con sus exigentes rampas al 14% y 15%.
Los kilómetros finales son los mismos que los de la vertiente de Gilena, a cuyo comentario –además de a las fotografías que adjuntamos a continuación- os remitimos para conocerlos.
Fotos:
Desde el cruce de El Rubio con Marinaleda la carretera comienza a ascender, aunque muy ligeramente en un principio:
Si el viento sopla de cara, algo bastante habitual, este tramo se hace muy pesado:
A medida que nos aproximamos a Estepa, las rampas empiezan a endurecerse:
Y al pasar bajo la autovía se disparan por encima del 10%:
En las inmediaciones del pueblo, giramos a la derecha:
Durante unos 300 m. la pendiente se sitúa en los dos dígitos sin dejar tregua:
Luego, giraremos a la derecha e inmediatamente a la izquierda para callejear por el pueblo. En principio las calles de Estepa nos regalan un descansillo, pero pronto cambiará esa situación:
En la calle Dehesa las rampas llegan al 15%:
Esta misma calle nos sitúa justo en el cruce de la Repetidora, junto a un campo de fútbol:
La carretera se estrecha y, después de un inicio en mal estado, se nos presenta en unas condiciones impecables:
Tras este descansillo, la ascensión no ofrecerá apenas tregua:
El castillo de Estepa es el telón de fondo perfecto:
Rampas de hasta el 17% nos harán sufrir de lo lindo:
A casi un km. de la cima nos encontramos un levísimo descanso al salir de esta curva:
Luego llegamos a la única herradura de toda la ascensión:
Después de la curva, la carretera mira hacia el cielo con más empeño. 16%:
La panorámica en este punto es excelente:
No sin esfuerzo coronamos:
He aquí la repetidora de la cumbre:
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