Comentario: Puerto éste con un perfil muy similar por sus dos vertientes (ambas muy llevaderas), aunque ésta, por el lado sur, es dos km más corta. Lugar muy tranquilo ya que en los más de veinte km que suman ambas vertientes no encontraremos ningún lugar habitado si exceptuamos el Hospital del Obispo (por la otra vertiente) y aún así se encuentra deshabitado o al menos lo parece. Todo el trayecto discurre a través de terreno boscoso, que en el caso de este lado comienza con una amalgama de árboles autóctonos y reforestados de todo tipo, para acabar dando paso a arbolado original según vamos ganando altura. Encontraremos pinos, abetos, sabinas e incluso algunos eucaliptos, junto a robles, carrascos y algún alcornoque. Tanta vegetación nos recorta un poco las vistas, aunque desde el final, mirando hacia atrás, hay una buena perspectiva de Guadalupe y la Sierra de las Villuercas. Esta ruta formaba parte del Camino Real de peregrinación a Guadalupe, de cuya historia damos una pincelada en la descripción de la otra vertiente. Y en cuanto al detalle técnico de esta ascensión, poco que decir. No hay mas que ver el perfil para darnos cuenta que no nos va a presentar la menor dificultad. Apenas llegamos al 7% de pendiente máxima en dos o tres puntos muy localizados. NOTA: las fotos son anteriores al reasfaltado de 2020.
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Fotos:
Cruce de inicio.
Primera parte con un arbolado bastante variado.
En esta herradura se aprecia la suave pendiente.
Encontramos algunos alcornoques.
Coronamos en este punto, sin indicación alguna.
Una vista hacia atrás desde la cima. Al fondo, Guadalupe y el pico Villuercas.
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