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Gregorio Lara

Localización: Es el camino rural de Marchana, que comienza en el cruce con la carretera local que une Yeste con Parolis y Santiago de la Espada, a la altura del Km 11,5 y que tras cruzar el río Segura se dirige a Nerpio.

Especificaciones: Camino rural asfaltado de unos 4 m de anchura, en general en buen estado, con tramos de hormigonado en La Graya y Marchana, que están en peores condiciones, pero perfectamente transitable. Las sombras se centran sobre todo en la parte central de la ascensión, siendo bastante más escasas en las partes inicial y final.

Fuentes: Creo que hay una en La Graya, pero hay que adentrarse en el pueblo.

Comentario: Iniciamos esta subida en el puente sobre el Segura, que cruzaremos, y ya en la otra orilla, circularemos durante unos 700 m llanos, en la aldea de Casas del Río. A partir de aquí, y durante unos 300 m la pendiente va a ir gradualmente en ascenso y tras una curva de herradura a derechas nos damos cuenta de que esto ya va en serio, y afrontaremos un kilómetro a casi el 10%, entre olivos, superando sucesivas curvas de herradura, que no dan tregua. A continuación un pequeño falso llano justo antes de entrar en La Graya, y nada más entrar, el piso cambia a hormigón para trazar una salvaje curva de herradura a derechas y afrontar un duro tramo en dicha población.
Ahora tendremos un kilómetro mas llevadero y con algunas sombras reconfortantes, pero la cosa se vuelve a empinar allá por el Km 4 de ascensión, donde superaremos otro tramo duro entre pinos. Llegamos a Marchana y el asfalto cambia de nuevo a hormigón con otro rampón de impresión para atravesarla, otro tramo algo más llevadero y afrontaremos el kilómetro más duro de toda la subida al 10,5%, esta vez sin ninguna sombra, con una recta de casi 500 m, siempre con doble dígito, que nos llevará hasta el mirador, donde podremos parar con la excusa de hacer una foto. Preciosas vistas sobre el valle que forma el Segura y también sobre Yeste y La Muela, una montaña caliza donde hay restos íberos.
Después de abandonar el mirador trazamos una curva de herradura y las rampas suavizan durante kilómetro y medio, donde coronaremos un primer alto y tendremos visión de la parte final del puerto. Suave descenso para tomar aliento y último kilómetro y medio donde en momentos puntuales nos acercamos a los dos dígitos.
Y al fin habremos vencido al puerto más duro de toda Castilla-La Mancha.