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Guillem de Vera

Localización: El Rincón Bello es un paraje natural perteneciente a Petrer que se encuentra entre la Sierra del Cid (1127m) y el Alto del Palomaret (932m). Una pista asfaltada une las localidades de Petrer y Agost pasando por el Rincón Bello. La conurbación Elda-Petrer se encuentra en la autovía de Madrid (A-31) a unos 35km de la capital provincial.

Especificaciones: Pista de unos 5m de ancho sin señalización horizontal. El asfalto es reciente en casi todo el recorrido, resultando más rugoso en el último kilómetro. El tráfico es escaso.

Fuentes: Ninguna.

Comentario: El Rincón Bello es el paraje natural constituido por la garganta que se forma entre dos paredes rocosas en la Rambla del Vidrio. Existe un área recreativa en esta zona, así como una red de senderos que se extiende por los alrededores. La vertiente que presentamos aquí resulta más sencilla que la que sube desde Agost.

Circularemos por una pista asfaltada que, como suele suceder en la orografía alicantina, sufre numerosos cambios de pendiente, pudiendo alternar en pocos centenares de metros tramos llanos con otros de pendiente de doble dígito. Esta es sin duda la razón por la que el coeficiente de dificultad calculado con tramos de 200m (61) es mucho mayor que el calculado con tramos de un kilómetro (33). Como claro ejemplo de ello está el segundo kilómetro de la altimetría. Este es al 4,3% y, si calculamos el coeficiente con tramos de un kilómetro, a este kilómetro le corresponde un coeficiente de 5,6 (véase tabla de coeficientes). Sin embargo, observamos que sus últimos 300m son al 12,5%. Un kilómetro completo al 12,5% tiene un coeficiente de 54, por lo que a 300m le corresponde un coeficiente de 0,3x54 = 16,2. Es decir, la dificultad de los últimos 300m del segundo kilómetro de la altimetría es superior a la del kilómetro entero si lo calculamos con tramos de un kilómetro, lo que pone de manifiesto que el cálculo con tramos de un kilómetro subestima manifiestamente la dificultad en recorridos en los que la pendiente cambia considerablemente en cortos tramos. En este tipo de trayectos, el coeficiente calculado con tramos de 200m es más significativo que el calculado con tramos de un kilómetro. Nos enfrentamos por tanto a un puerto que, sin resultar especialmente duro, su dificultad sí que es aproximadamente el doble de los que parece indicar su coeficiente calculado con tramos de un kilómetro.

En la plaza del ayuntamiento de Petrer nos situamos mirando de frente a la iglesia de San Bartolomé. A su izquierda y haciendo esquina queda el Horno Romano de Villa Petraria (siglo III d.C.). Girando esta esquina, una calle nos deja en unos 70m en una rotonda que es donde da inicio la altimetría. La tomamos siguiendo la indicación “Zona Cuatro Vientos” y pronto pasamos bajo la autovía de Madrid (A-31). Tras un repecho giramos a la izquierda por una rotonda donde no existe indicación. Tomamos así una pista de reciente asfaltado que remonta la rambla de Pusa y nos llevará al puerto. En el barranco hay casas y en el otro lado de la rambla circula paralela una carretera que es la “cara b” del afamado Xorret de Catí. Afrontaremos una rampa de 300m al 12,5% con máxima del 16% que será el tramo más duro de la ascensión. Tras un ligero descenso llegaremos en el km 3,47 a un cruce donde giraremos a la izquierda siguiendo las indicaciones de “Racó Vell / Agost, Les Ventetes y Els Palomarets”; de lo contrario nos meteríamos en la urbanización Almadraba. Continuaremos ascendiendo, ahora con la imagen de la cara norte del Cid (1127m) a nuestra derecha. Tras otro ligero descenso atacamos la última rampa, de 1,2km al 6,3% donde el firme se hace más rugoso al acabar el asfalto reciente y donde afrontamos las dos únicas herraduras de la ascensión. La cima del puerto resulta difícil de localizar, ya que estamos en una zona más llana y no existe ningún tipo de señalización. Nos puede servir de referencia el cambio del firme, que se hace más rugoso todavía. Si queremos llegar al paraje del Rincón Bello deberemos descender 2,85km al 4,2% por la otra vertiente del puerto sobre un asfalto tan rugoso que pondrá a prueba nuestras posaderas.