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Guillem de Vera

Localización: Estamos en el interior de la provincia de Alicante, muy cerca de la de Murcia. Ascenderemos al Cabezo de la Sal, Turó de la Sal o Diapiro de Pinoso, que es un afloramiento salino que forma un domo de unos tres kilómetros de diámetro y unos 300m de altura y en cuya falda noroeste se asienta el pueblo de Pinoso. Partiendo del pueblo seguiremos la pista que nos lleva a la cima.

Especificaciones: Pista estrecha, de entre 3,5m y 4m de ancho, sin señalización horizontal y con asfalto en general en buen estado, pero con algún tramo de peor calidad. Los últimos 200m no están asfaltados. El tráfico es prácticamente inexiste.

Fuentes: Ninguna. Podemos abastecernos en el pueblo.

Comentario: Un diapiro es una estructura geológica consistente en un afloramiento salino, que desde capas internas ha salido a la superficie, debido a su menor densidad, formando un domo. El de Pinoso se explota disolviendo la sal gema con agua y transportando esta salmuera durante 50km por una tubería hasta las salinas de Torrevieja, en la costa. Allí se recupera la sal por evaporación. La salmuera que llega a Torrevieja procedente de Pinoso tiene un rendimiento mucho mayor que el agua de mar, ya que la primera es mucho más concentrada (unos 300 gramos por litro) que la segunda (unos 35 gramos por litro). Las instalaciones salineras del diapiro de Pinoso se encuentran en su parte superior, pero esto no interferirá a nuestra ruta ciclista ya que el acceso a las instalaciones se realiza por otra carretera. Llegamos a Pinoso desde Elda por la CV-83, desde Jumilla por la misma carretera (que se llama C-3213 en la provincia de Murcia), desde Yecla por la CV-836 (que se llama RM-414 en la provincia de Murcia) o desde Fortuna por la misma carretera. Llegando a Pinoso observaremos unas antenas en lo alto de un monte. Este es nuestro objetivo. Una vez en Pinoso buscaremos el Camino de Fátima, que se encuentra en el cruce de las calles Ocho de Agosto y Tejera de Roque. Tomaremos el camino de Fátima progresando en línea recta y en suave ascenso. Los pinos flanquean la carretera a ambos lados. Después de unos 300m ignoraremos al camino asfaltado que sale a mano derecha y que presenta la curiosidad de tener un pino en el centro de la calzada, en pleno asfalto. Esto se debe a que han conservado la hilera de pinos que flanquean la carretera por la que circulamos, lo cual resulta muy adecuado para respetar el entorno pero quizás no tanto para la seguridad vial. Continuaremos por el rectilíneo camino de Fátima y después de una curva de noventa grados a la derecha encontraremos la primera pendiente de consideración (12%). Llegaremos a una urbanización de chalets y cogeremos la primera calle a mano izquierda (km 1,10). Aquí empiezan las dificultades en forma de una rampa al 16%. El hecho de entrar en un bonito pinar no nos distraerá de la pendiente que, aunque parezca mentira, irá en aumento hasta que superemos unos terroríficos 200m por encima del 20% de media. Tras este esfuerzo aprovecharemos el respiro que nos da la carretera en forma de unos 200m llanos (incluso con una pequeña bajadita) para tomar aire y afrontar un kilómetro cercano al 12% de media que en múltiples ocasiones se acerca a la segunda decena en la pendiente. Tras esto ya habremos superado lo más duro y solo nos quedan unos 700m a un “suave” 8% aproximadamente en los que podremos disfrutar de las vistas. Bajo nuestros pies vemos Pinoso en el llano y más allá las sierras del Carche y de Salinas. Al llegar a las antenas giraremos a la derecha y el asfalto desaparece. Continuamos por el firme de tierra erosionado salvando la última rampa al 14% y al ver el vértice geodésico frente a nosotros damos por finalizada la ruta en un cruce de caminos. Estamos a los pies del promontorio que culmina el diapiro. Los últimos 10m de desnivel hasta el vértice geodésico los tendremos que ascender a pie por una corta senda marcada con piedras y de fuerte pendiente. Nos tomaremos un respiro para disfrutar de las vistas antes de descender.